Cada mañana el casco histórico de Cádiz brilla con su ambiente de compras por el centro. Antes de comenzar el día algunos se paran para desayunar y otros prefieren hacerlo una vez que acaben pronto sus tareas matutinas. La capital gaditana cuenta con una amplia oferta de establecimientos donde tomarte una pausa y disfrutar de un buen café que te llene de energía.

Ahora bien, el desayuno es lo más importante del día y, por esta razón, no deberías saltártelo. Cruasanes, tostadas, molletes, tartas…cualquiera de estas opciones es increíble para comenzar la jornada. Pero dentro de esta oferta gastronómica existe un imprescindible que a muchos gaditanos y visitantes les encanta. Hablamos de un cartucho o una buena ración de churros para mojarlos en chocolate, o no.

Churrería La Guapa

Este emblemático quiosco de churros de Cádiz se encuentra en el centro neurálgico de la ciudad. No hay nada más clásico que comprar churros recién sacados del aceite servidos en cartuchos de papel y acompañarlos con un vasito de chocolate caliente ahora que las mañanas son más frías. La Guapa se encuentra en la plaza de La Libertad, frente al Mercado de Abastos y actualmente lo regenta José Antonio Luna Velasco. En este puesto, fundado a finales del siglo XIX, se sirven churros finos y gruesos al momento.

Antonio Luna, el churrero del exterior del Mercado Central

Café-Bar La Marina

Muy cerquita de esta churrería, entre la plaza de Las Flores y el Mercado Central de Abastos de Cádiz se encuentra esta terraza donde se sirven churros de los finos. En la terraza de La Marina podrás tomarte un descanso mientras recuperas energías mojando los churros con chocolate y café.

Churros en Bar La Marina

Churrería el puesto de Ana

Esta churrería fue fundada en 1959 y hoy la regentan Juan y Manuel Gómez Sánchez. Situada también en el centro de la ciudad, cuenta con dos puestos de churros y son de los más populares del mercado. Cada uno de ellos atiende desde un puesto y ambos elaboran churros de los gordos o de papa, que son de masa más ligera y abuñolada; también sirven de los finos.

Manuel Gómez realizando la masa sin máquinas