Existen muchos rincones a lo largo de la costa de gaditana donde enamorarnos con la magia de su entorno salvaje. Aguas cristalinas, arena dorada, grandes dunas y pinares son algunas de las maravillas que podrás encontrar este verano en las diferentes playas de ensueño que bordean el litoral de Cádiz.

Cada playa tiene su encanto y solo con decir su nombre nuestra mente se traslada directamente a estos paradisíacos lugares. Valdevaqueros, La Puntilla, La Cortadura, Camposoto o Valdelagrana son algunas de las que podrás descubrir este verano en la provincia gaditana.

En Chiclana de la Frontera se encuentra otra de las playas con mayor atractivo turístico para el visitante y que es una de las referentes del verano de esta localidad, La Barrosa. Sin embargo, muy pocos conocen otra de sus playas más especiales y también de las que tienen uno de los nombres más curiosos de la provincia.

Contigua a La Barrosa, donde se encuentra Torre Bermeja y los acantilados que te llevarán hacia uno de los puntos mágicos más especiales de la costa de Chiclana, se encuentra la playa de Sancti Petri. Este mágico enclave es conocido también con el curioso nombre de la playa de Lavaculos entre los oriundos de Chiclana.

Ver esta publicación en Instagram

Una publicación compartida de Turismo provincia de Cádiz (@cadizturismo)

En este entorno podrás disfrutar de un paisaje de dunas y acantilados, así como del mar con un fondo de roca que permite a los más pequeños, y también mayores, disfrutar de las piscinas naturales que se forman entre las rocas en días en los que la marea está baja. Además, en algunas de estas piscinas es habitual ver por la mañana a los más pequeños con cubos de playa cogiendo camarones con sus redes de pesca.

Desde este mágico lugar podrás ver el Castillo de Sancti Petri y disfrutar de sus espectaculares atardeceres. También podrás pasear por la orilla mientras buscas conchas y orejitas de mar para llegar hasta el poblado de Sancti Petri andando. Cuando la marea está baja también puedes ir hasta la playa de La Barrosa y disfrutar de un agradable paseo por la orilla de esta extensa playa.

Esta playa hace función de cala durante los días de levante y puedes refugiarte en ella cuando hace viento. No cuenta con servicios públicos ya que es una playa más salvaje que la de Sancti Petri, que sí cuenta con baños y accesos a partir del espigón.