Este camping de Conil te invita a ser feliz por naturaleza a unos pasos de las calas de Roche
TAIGA Conil cuenta con diferentes tipos de alojamientos para vivir una experiencia glamping completamente mágica
El pequeño pueblo costero de Cádiz que enamoró al mismísimo Ernest Hemingway
Alejarnos del ruido a veces puede ser una tarea difícil, pero no imposible. El estrés diario, las obligaciones y las responsabilidades cotidianas, a veces, nos sumergen en un callejón sin salida. Así que, para desconectar de todo esto, no hay nada mejor que dar un paso al frente y adentrarte en los placeres que te aporta la naturaleza.
Bajo el claim: ‘Felices por naturaleza’, TAIGA garantiza un oasis de relax a quien necesita calma, y un maratón de actividades para los clientes con más energía. En la provincia de Cádiz podrás encontrar estos campings resort con todas las comodidades junto a la playa de Valdevaqueros, en Tarifa, en El Puerto de Santa María y en Conil de La Frontera.
Este último está enclavado entre pinares y a un paso de las calas de Roche y la playa Fuente del Gallo. TAIGA Conil es todo aquello que necesitas para ser feliz rodeado de naturaleza, pues su ambiente familiar y su esencia acogedora harán de este lugar un oasis para el descanso y la desconexión.
En este camping podrás encontrar hasta seis tipos de alojamientos. Se distinguen los bungalows premium, con todas las comodidades de un resort y ubicados en la parte más privilegiada e íntima del camping. Otras opciones son las tiendas estilo safari de lona y madera y las tiendas glampins elevadas del suelo, más ideales para vivir la experiencia del camping.
El sabor más auténtico de Conil
Lo fundamental para TAIGA es el descanso y las experiencias en la naturaleza. Tanto como si las experimentas con las actividades que ofrecen en el camping, como si la disfrutas a través de la gastronomía. Dentro de sus instalaciones, en pleno pinar de Roche, se encuentra El Fogón de Rosario, un restaurante que pone todo el sabor de Conil en la mesa, tanto para los huéspedes del camping como para quienes no se alojen en él.
José Ángel y María José, la familia propietaria de este restaurante tiene una huerta y explotación ganadera en la zona, por lo que sus platos están elaborados con la materia prima de la zona. Carnes de La Janda, patatas y tomates de la Huerta de Conil, y una selección de vinos de cosecha de la tierra, son algunos de los manjares que te llevarán a disfrutar de una experiencia gastronómica de kilómetro cero.
La excelencia gastronómica se entrelaza con este oasis de calma y tranquilidad en mitad de la naturaleza, donde disfrutar de una velada al fresco a la luz de la luna. Un lugar mágico, junto a la piscina del camping, que te permitirá conectar con la naturaleza con los cinco sentidos.
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