En Cádiz capital se encuentra una obra arquitectónica que merece la pena visitar, el Mercado Central de Abastos. Situado junto a la vibrante Plaza de las Flores, encontramos el mercado cubierto más antiguo de España, que cuenta con 186 años de historia. Le debemos su existencia a Torcuato Benjumeda, que fue quien propuso la creación de una plaza rectangular de estilo neoclásico encerrada por el pórtico de columnas dóricas de 4 metros de altura, aunque por su fallecimiento no pudo llevar a cabo las obras y fue el arquitecto Juan Daura quien siguió sus pasos.

En 1837 se colocó la primera piedra en lo que fueron los terrenos de una antigua huerta del convento de los Franciscanos Descalzos, hoy Plaza de la Libertad. En la web del Mercado Central destacan que "resulta curioso que el azar dispusiera que en la tierra donde los religiosos habían cultivado sus propios alimentos, se convirtiera en un espacio que dispondría de alimentos para toda la ciudad".

Entre las columnas se construyeron 72 puestos, con espacios interiores distribuidos entre la tienda, el altillo y el sótano; dejando la parte central para la venta ambulante y también para que ese espacio estuviera destinado a las fiestas teatrales, circenses y actos lúdicos. Actualmente, el Mercado de Abastos que hoy conocemos cuenta con 174 puestos, repartidos entre carnes, frutas, verduras y pescadería, entre otros.

Casi un siglo más tarde se llevó a cabo una reestructuración del conjunto, impulsada por el alcalde Ramón de Carranza, gracias a la cual se construyó el pabellón que ocupaba el espacio central. El arquitecto sevillano Juan Talavera dirigió las obras y el pabellón quedó dividido en dos grandes naves, una para los puestos de pescaderías y otra para carnes y recovas; mientras que en el exterior se construyeron los puestos de churros.

Así era el exterior del Mercado Central de Cádiz en 1996 antes de las obras de 2007

A partir de 1929 el Mercado Central de Cádiz ha sido el corazón comercial de la ciudad gaditana, donde los gaditanos se proveían de toda clase de alimentos y donde los comerciantes pudieron encontrar un lugar estratégico para sus ventas. Sus más de 100 años de historia se han visto reflejados en su estética, por lo que ha vivido varias reformas más hasta el siglo XXI. Esta última a cargo de la que fuera alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez. Por aquel entonces existían 250 puestos y quedaron reducidos a 173 puntos de venta. Se derribaron antiguas naves de pescado y recovas para levantar un espacio central donde quedaran distribuidas las pescaderías y fruterías.

Durante tres años el Mercado Central de Abastos se mantuvo cerrado por obras para ejecutar su reforma. Desde 2007 hasta 2009, los comerciantes fueron trasladados a una carpa provisional en la calle Libertad, junto a Correos. Tras las obras del exterior y las reformas que se llevaron a cabo, en 2009 se inauguró el Mercado Central que conocemos hoy en la actualidad. Desde entonces este centro neurálgico de la ciudad no ha dejado de llenar de vida el corazón del casco histórico de Cádiz, convirtiéndose además en uno de los puntos turísticos de gran interés para quienes visitan la ciudad gaditana. La esencia del Mercado Central de Abastos es la luz natural con la que cuenta gracias a sus espacios abiertos en el recinto. Esto favorece que quienes lo visitan puedan disfrutar de sus compras y degustar algunos productos estrella en su rincón gastronómico.