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La Casa de Cargadores de Indias más antigua de El Puerto de Santa María

Palacio de Araníbar

Palacio de Araníbar / Ayuntamiento de El Puerto

En la plaza del Castillo número 9 se encuentra la Casa de Cargadores de Indias más antigua que se conserva en la localidad portuense y que, a partir de este miércoles, servirá de sede para la oficina de turismo de El Puerto. Se trata del Palacio de Araníbar, cuyo propietario, Juan de Araníbar y Alberro, natural de San Sebastián y descendiente de familia de origen navarro llegó a El Puerto como militar y caballerizo mayor del Duque de Medinaceli. Cabe destacar que El Puerto de Santa María está considerada la ciudad de los cien palacios por albergar en su núcleo urbano diferentes Casas Palacio construidas entre los siglos XVII y XVIII. 

Según informa Turismo El Puerto, se le consideraba el hombre más poderoso y acomodado de la ciudad, a mediados del siglo XVII. Ocupaba el cargo de regidor y fundó el Hospital de Mujeres del Amparo y San Sebastián. Además, estaba emparentado con los Vizarrón y su presencia en El Puerto fue el origen de una de las familias más importantes de cargadores a Indias: los Vizarrón Araníbar.

En relación a estas mismas informaciones, el edificio se construyó en 1660, en pleno esplendor Barroco, pero conserva en su decoración exterior un aire clásico casi renacentista. El edificio cuenta con un estilo que sigue el diseño de las casas de cargadores a Indias en la que se puede ver cómo se distribuye la casa en torno a un patio central porticado y estructurado en tres plantas. 

Los almacenes se distribuían en el primer nivel, mientras que la planta principal se destinaba a la vivienda y la tercera al servicio doméstico. En el entresuelo podías encontrar la oficina y el almacén, el cual se construyó aprovechando el desnivel que tiene la casa por la cuesta de la Bajada del Castillo. La vivienda cuenta con una fachada principal que abre a la plaza de Alfonso X el Sabio y otra que da a la Bajada del Castillo.

La fachada monumental está construida con sillares de piedra y con grandes elementos decorativos concentrados en la portada. Este acceso está compuesto por un gran vano adintelado y está flanqueado por columnas toscanas pareadas que se levantan sobre altos pedestales. La vivienda está abierta al exterior con un gran balcón central con antepecho de hierro forjado y el vano está enmarcado entre pilastras jónicas y rematado por un frontón triangular que albergaba el escudo familiar. En cuanto al patio del Palacio de Araníbar, se levantan unos esbeltos arcos de medio punto que apoyan sobre monolíticas columnas toscanas de mármol italiano. En cuanto al artesonado, en el interior se conservan vestigios de su pasado de esplendor en los salones con un artesanado mudéjar.

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