Desde los acantilados de Conil se aprecian unas increíbles y maravillosas vistas al mar. En un paseo por ellos podrás descubrir las calas que se abren a tu paso y dejarte llevar por la naturaleza más salvaje. Estos lugares tan especiales de la costa de Cádiz son profundamente inspiradores y dan paso a sacar tu lado más creativo.

Esto es lo que le ha sucedido al artista Quirze Codina, quien ha encontrado en la cala del Aceite, en Conil, el lienzo perfecto que andaba buscando en la naturaleza. Hace unos días, los afortunados que paseaban por este mágico entorno, pudieron disfrutar de un espectacular mandala de grandes dimensiones. Este arte efímero no se puede conservar, por lo que te anima a disfrutar del momento. El último mandala que realizó fue en la playa de San Julián, en Cantabria. 

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Para crear esta maravillosa obra utiliza como herramientas un rastrillo de jardinero y una cuerda que usa a modo de compás. Además, estos gigantescos dibujos en la tierra miden unos 3.000 m2, por lo que la mejor manera de disfrutar de ellos es desde zonas elevadas como sus acantilados. Para realizar el mandala se necesita un precioso lienzo, que es el que queda cuando el mar se retira y deja paso a la tierra en su bajamar. De esta manera, el artista solo dispone de unas cinco o seis horas para poder dibujar.

Este proyecto en Conil ha sido en conjunto con el profesor sevillano de Educación Física, Enrique Herrero, también conocido como Quique Bolsitas. Con este proyecto han recorrido multitud de playas y han recogido miles de kilos de basura de ellas. De esta manera, el arte y la concienciación por preservar la naturaleza que nos rodean se dan la mano. Actualmente, lleva a cabo el proyecto Ok Planet y, a través de él, tiene el objetivo de concienciar a la ciudadanía con la importancia de cuidar el planeta.