Uno de los atractivos del partido que el Sevilla y el Cádiz CF disputaron en el estadio Ramón Sánchez Pizjuan el sábado 23 de enero (3-0) fue ver en acción al gaditano Suso frente al equipo de su tierra. Su participación fue determinante en la victoria de su equipo y la derrota del cuadro visitante. Hizo un partidazo.

Hace mucho tiempo que Suso voló del nido cadista. Se formó en al cantera del conjunto amarillo antes de hacer las maletas, todadía adolescente, para emprender una larga carrera que le ha llevado a militar en varios equipos en distintos países: Liverpool, Almería, Milan, Genoa... hasta su aterrizaje en el Sevilla en el mercado de invierno de la pasada temporada.

El atacante vive su segundo curso como sevillista y en esta ocasión con la alegría de poder enfrentarse al conjunto de su tierra porque eso significa que el Cádiz CF está en Primera División.

El gaditano saludó tras el partido a numerosos integrantes de la expedición cadista. Las cámaras de televisión recogieron el instante en el que se fundió en un abrazo con Enrique Ortiz, actual coordinador de la parcela deportiva del club.

Suso dejó a un lado el corazón y como profesional que es lo dio todo durante el encuentro contra el equipo. Vaya que si lo dio. Los focos se centraron En-Nesyri como autor de los tres los goles, pero el 7 del Sevilla también desempeñó un papel de actor principal.

Un día más demostró que se halla en un dulce momento (hace unos días marcó un golazo ante el Deportivo Alavés) y no tuvo piedad para gobernar con mano de hierro con el balón ante el equipo de Álvaro Cervera, que sucumbió a la calidad del internacional.

Suso trató el balón con su habitual calidad. Partió desde el costado derecho, pero no sólo entró por la banda, además se metió hacia dentro en busca del disparo a puerta. Rompió la organizada estructura defensiva de los amarillos.

Tiene una zurda de oro, como dejó patente en múltiples acciones, sobre todo en dos acciones que acabaron en gol e inclinaron la balanza a favor de los hispalenses. Un zurdazo suyo llevó el balón hasta el poste (con la colaboración de Ledesma) en el origen del 1-0.

Y en el segundo gol de su equipo, su pie izquierdo fue un guante a la hora de servir el esférico a En-Nesyri, que no perdonó con el remate de cabeza