Crónica y resultado del Sevilla - Cádiz CF

El Cádiz CF, muy poca cosa en Nervión (3-0)

  • El conjunto amarillo sufre un serio correctivo ante un Sevilla superior liderado por En-Nesyri, autor de un triplete

Una de las veces que En-Nesyri batió a Ledesma.

Una de las veces que En-Nesyri batió a Ledesma. / Julio Muñoz/Efe

La resistencia del Cádiz CF duró poco más de media hora en el estadio Sánchez-Pizjuán. Se descompuso en cuatro minutos fatídicos ante un Sevilla muy superior que no perdonó guiado por un En-Nesyri en estado de gracia, autor de un triplete en una tarde de gloria para él y nefasta para los amarillos.

Y es que el Cádiz CF pareció muy poca cosa cuando recibió los goles. Lo intentó pero la diferencia entre un equipo y otro quedó de manifiesto en un partido que apuntaba a la lógica de la derrota. Los gaditanos contribuyeron con despistes que costaron muy caros

Arrancaron con tanta valentía los visitantes que en apenas dos minutos ya habían sacado de esquina un par de veces. El dibujo fue el habitual 4-4-2, con Salvi esta vez en la derecha (no como ante el Levante) y Álex Fernández en la izquierda como escudo de Marc Baró, debutante en Primera División en una cita de altura.

No tardó en emerger la dura realidad. Los locales empezaron a acosar por tierra y aire y Ocampos firmó el primer disparo aunque si la dirección adecuada (minuto 8). Los amarillos siguieron a lo suyo, con orden en su estructura defensiva y algunos chispazos cuando Lozano y/o Negredo entraron en materia.

La tarde presagiaba nubarrones ante el caudal ofensivo sevillista. En el 15, En-Nesyri envió el balón fuera por muy poco con una chilena en el área pequeña. Segundo aviso para un Cádiz CF que aguantaba sin perder el norte, guarecido a la espera de su momento.

La mejor noticia para los gaditanos era el paso del tiempo sin que nada sucediese sobre el césped más allá de alguna acometida de Suso. La peor, que el esférico sólo tenía como dueño a los anfitriones y ese hecho tuvo consecuencias.

El Cádiz CF no olía la pelota. El único contacto era para despejarla y ganar unos segundos para volver a organizarse atrás. No sobrepasaba la línea central, dedicado en cuerpo y alma a la destrucción. No parecía aspirar más que al cerocerismo, que no era poco frente a un adversario muy superior.

Tuvieron que pasar 34 minutos para que un remate tomase la dirección a portería. Fue un cabezazo de Koundé respondido por Ledesma.

La oportunidad fue el aperitivo del arreón con el que los hispalenses dejaron encarrilado el partido. El muro amarillo es desmoronó en cuatro minutos, del 35 al 39 que resultaron claves.

Entre Suso y En-Nesyri causaron un destrozo casi imposible de reparar. En el 35, zurdazo del gaditano, Ledesma, errático, no fue capaz de desviar el cuero, que tocó en él para estrellarse en el poste y ser rematado por el delantero.

Los amarillos no tuvieron margen para digerir el 1-0 porque en el 39 llegó el 2-0 con los mismos protagonistas. Suso sacó una falta en el lateral del área y En-Nesyri, sin marcaje dentro del área, cabeceó el balón para introducirlo en la portería junto a un poste.

Con dos goles en contra, los de Álvaro de Cervera se quedaron sin pulso porque más allá de defender no daban para mucho más.

El desafío era mayúsculo en la segunda mitad para el perdedor. El dilema era si un equipo acostumbrado a vivir encerrado, que no había tirado a puerta en toda la parte, iba a ser capaz de volcarse en busca del empate y dejar espacios a un rival de enorme potencial.

Cervera dejó a Salvi en el vestuario y apostó por Alberto Perea, ubicado en la izquierda con Álex en la derecha sin perder el dibujo. Los amarillos adelantaron líneas, no les quedaba otra que presionar arriba, pero no dieron señales de poder acercarse en el marcador. Ni siquiera cuando lograron montar una contra la culminaron con remate.

Si alguno dio la sensación de poder marcar fue el equipo de casa, muy cómodo con el marcador a favor ante un Cádiz CF que terminó por hacerse el harakiri en el minuto 62 con un grave error defensivo que propició el 3-0.

La jugada rayó el ridículo, con la zaga convertida en aliada de En-Nesyri. El balón llegó al corazón del área, Marc Baró despejó muy mal, el esférico tomó vuelo, Cala se quedó quieto y Alcalá hizo la estatua mientras el marroquí culminó la mejor tarde de su vida con un testarazo que pilló desprevenido a Ledesma. De chiste.

El encuentro derivó desde entonces en los minutos de la basura, con todo decidido y la posibilidad de una goleada porque los de Julen Lopetegui fueron a por más. No subió el cuarto de En-Nesyri tras ser anulado por fuera de juego en plena vorágine hispalense ante un Cádiz CF noqueado.

De poco sirvió el cambió táctico de Cervera, con Alberto Perea en el centro ya con Jairo en el campo. Con todo perdido por fin aparecieron los gaditanos en ataque, aunque ya era demasiado tarde salvo para maquillar la derrota.

Llegaron las ocasiones todas juntas. Bono pasó de ser espectador a intervenir por primera en el 70 para repeler un latigazo de Marc Baró. Sin respiro, Negredo lanzó alto, Bono rechazó un testarazo de Lozano y Negredo disparó de nuevo, esta vez cerca de un poste. Y después, paradón del arquero tras un derechazo de Perea. Todo ello con el partido resuelto. Ledesma evitó ante Idrissi el 4-0 en una recta final marcada por el estreno del cadista Nieto en Primera.

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