La vuelta atrás de cara al próximo encuentro ha comenzado en el plantel cadista, que ayer se puso manos a la obra para preparar el choque del próximo viernes contra el Almería. El equipo amarillo deja atrás el empate en el feudo del Rayo Vallecano para pensar en un adversario de la zona baja que nada tiene que ver con la escuadra madrileña. La única similitud de un encuentro a otro es que Álvaro Cervera analice el estado de sus jugadores lesionados, especialmente Perea y Salvi, que se quedaron fuera de la última cita y que, por el momento, son dudas para el duelo del viernes en el Ramón de Carranza.

El equipo de Cervera se puso ayer manos a la obra en las instalaciones de El Rosal, en la primera sesión preparatoria que, de forma directa, apunta al encuentro venidero. Perea y Salvi estuvieron trabajando al margen, concretamente en el gimnasio de la ciudad deportiva, donde coincidieron con el también lesionado José Mari. El principal problema para el mediapunta y el extremo es el tiempo, ya que al jugar el Cádiz antes que nadie apenas existen días para que los dos jugadores se reintegren al grupo con el mínimo de garantías para estar aptos el viernes. Por el momento la sesión de ayer transcurrió con la ausencia de ambos en el grueso del grupo.

Cervera ya preparó y afrontó el encuentro frente al Rayo Vallecano con Perea y Salvi fuera de combate, lo que quiere decir que tiene el cuerpo hecho por si de nuevo se repite el guión. La realidad es que son bajas importantes porque Perea es posiblemente el futbolista de la plantilla que dispone de mayor calidad, mientras que Salvi es una de las 'balas' que desde la banda tantas alegrías ha reportado. Perea está resultado muy castigado por las dolencias, de ahí a que sea casi habitual verle fuera del equipo. Lo de Salvi sí se antoja más llamativo porque el sanluqueño es uno de los fijos para el técnico.

Dos jugadores que acabaron con problemas físicos sobre el césped del campo de Vallecas son el atacante José Ángel Carrillo y el extremo Álvaro García, si bien los dos estuvieron ayer con el grupo demostrando que, en un principio, no van a tener impedimento alguno para estar a disposición del preparador. Alvarito es indiscutible en el 'estilo Cervera', mientras que Carrillo estuvo a un buen nivel en el partido del domingo, sobre todo en el trabajo de espalda a la portería contraria, que agradó mucho al preparador.

Dos sesiones de trabajo restan al Cádiz antes del saltar al césped del Carranza el próximo viernes. Dos citas en las que Cervera subirá la intensidad en el esfuerzo y el protagonismo del balón para dotar a su equipo de los argumentos adecuados con los que recibir a un Almería herido que llegará al feudo cadista con el agua al cuello en la lucha por evitar el descenso a Segunda División B.