Cádiz CF

La paz llega por contrato

  • Pina y Vizcaíno firman por fin el acuerdo y el ex presidente del Granada se incorpora al club como consejero delegado, mientras que Juan Carlos Cordero es el nuevo director deportivo.

La conveniencia mutua y el interés común por el Cádiz colocan en el mismo camino a Manuel Vizcaíno y a Quique Pina, que ayer rubricaron por fin el acuerdo que se supone que cierra una etapa de desencuentros y abre un periodo de paz después de meses de desavenencias, críticas muy directas y amenazas de denuncias. La bandera de la paz ondeará al menos durante la duración de un acuerdo que tendrá una extensión de dos años. Para ellos, lo pasado forma parte del pasado y lo que cuenta es el presente y el futuro. El entendimiento es un hecho a través de un contrato aunque la desconfianza entre las dos partes se mantiene vigente. Es complicado pasar de la enemistad a la confianza en tan poco tiempo y por eso todo tiene que estar plasmado por escrito y firmado por las dos partes. Nada queda a la improvisación después de unas negociaciones que han sido largas. Los dos comparecerán a mediodía hoy en rueda de prensa -en el estadio Ramón de Carranza- para explicar el contenido -o parte de él-.

La consecuencia inmediata es que Pina recala en la entidad cadista como consejero delegado y Juan Carlos Cordero como director deportivo. Los dos ya trabajaban con discreción desde hace varias semanas en la confección de la plantilla que competirá en Segunda División A y a partir de ahora tendrán una presencia más visible.

Pina llegó ayer a Cádiz y con Juan Carlos Cordero, su mano derecha, se reunió con Vizcaíno para terminar de formalizar el acuerdo, firmado ya entrada la noche. Del apretón de manos al que había aludido Vizcaíno hace un par de semanas se pasó a algo más formal, un contrato que obliga a ambas partes a cumplir lo pactado.

El acuerdo se firmó por fin y acabó con un asunto que iba camino de convertirse en el culebrón del verano. Uno de los puntos fundamentales es la escrupulosa delimitación de las competencias de cada uno en la gestión del club. Vizcaíno se ocupa de la parte institucional y el ex mandatario del Granada se encarga del apartado deportivo. En teoría, uno no puede entrar en la parcela del otro porque el acuerdo incluye cláusulas de penalización. La intromisión no está permitida.

El efecto más palpable de la nueva etapa que se abre a partir de hoy es la entrada de Pina en el Consejo de Administración del Cádiz como consejero delegado. Es el hombre fuerte aunque el presidente es Vizcaíno. Después de años de colaboraciones, es la primera vez que Pina se integra de manera oficial en la estructura del club.

Su llegada puede provocar algún movimiento más en un Consejo presidido por Vizcaíno durante los próximos dos años. Demasiado tiempo por delante para anticipar que sucederá una vez pasado esos 24 meses. En teoría, siempre en teoría, después habrá otro presidente, aunque nunca se sabe después del giro de 180 grados que se ha producido en los últimos meses.

Una de las incógnitas a despejar es la situación en la que queda Locos por el Balón, la sociedad que controla más de un 60 por ciento de las acciones del Cádiz tras la ampliación de capital. Vizcaíno es el administrador único y, aunque apenas tiene un 7 por ciento de las acciones de Locos por el Balón, es él quien hace y deshace sin dejar decidir a los demás. El más perjudicado ha sido David Buitrago, hombre de máxima confianza de Pina que ostenta el 50 por ciento de las acciones de Locos por el Balón aunque nunca ha tenido poder de decisión, en manos por completo de Vizcaíno, que si se ha hecho fuerte es precisamente por tener el control absoluto de esa empresa en su condición de administrador único.

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