Cádiz CF

El nuevo Cádiz CF de Pellegrino: mejoría a la espera de un paso más al frente

Pellegrino el día de su presentación como entrenador del Cádiz.

Pellegrino el día de su presentación como entrenador del Cádiz. / Julio González

El estreno de Mauricio Pellegrino en el banquillo del Cádiz CF abrió la puerta a una renacida esperanza que deberá confirmarse en compromisos venideros. El equipo experimentó una mejoría sustancial pese que aún debe solucionar carencias que siguen siendo el sustento de la preocupación.

El nuevo entrenador afrontó su puesta de largo con un partido de máxima dificultad. El Athletic de Bilbao había marcado nada menos que once goles en el global de sus tres visitas al Nuevo estadio Mirandilla desde el último ascenso de los amarillos, que recibían un golpe tras otro: 0-4 en la temporada 2020-21, 2-3 en la 2021-22 y otra vez 0-4 en la 2022-23.

El punto de partida del técnico fue el cierre de la portería a un adversario que dejó de pegarse festines en el antiguo Carranza. No es una mala noticia empezar así aunque la delicada situación del Cádiz CF en la clasificación no concede muchas más alegrías.

El conjunto gaditano, alicaído en las últimas fechas entre tantos resultados desfavorables, asomó la cabeza para avisar de que no sólo no da nada por perdido sino que está dispuesto a derramar hasta la última gota de sudor en la incansable pelea por el objetivo de la permanencia.

La primera tarea de Pellegrino consistió en la recuperación de la solidez del bloque. Después de sólo tres sesiones con la plantilla tras su aterrizaje de emergencia, no se complicó en demasía y mantuvo el habitual 4-4-2 por el que solía apostar su antecesor. A la espera de posibles variaciones a medida que vaya conociendo mejor a sus pupilos, la única novedad del técnico argentino fue la ubicación de Rubén Sobrino como delantero pese a que a que disponía de varios arietes para elegir al acompañante de Chris Ramos.

¿En qué mejoró el Cádiz CF el debut del míster? En la cohesión del equipo. No es fácil dejar a cero al quinto clasificado que está metido en la puja por una plaza de ‘Champions’. Líneas juntas, esfuerzo solidario para hacer las ayudas al compañero… en definitiva, un eficaz sistema defensivo.

Se notó también una evolución en el juego, sobre todo en una primera mitad con mejores sensaciones que en la segunda. El equipo trató de sacar el baló a ras de suelo. No lo logró siempre pero cuando sí lo hizo trenzó acciones de mérito, eso sí, sin llegar a perforar la portería contraria en un duelo con pocas ocasiones. El fútbol directo también apareció como un recurso más pero el único.

La mejoría fue evidente. Ahora hay que confirmarla y seguir creciendo porque el Cádiz CF necesita ganar por encima de todo. La solución para hallar la vía de la victoria está íntimamente ligada al gol que le sigue faltando. Ese es el gran pecado de un equipo que sólo encontrará cierto alivio cuando sume de tres en tres. No debe tardar en hacerlo después de 18 partidos consecutivos en los que sólo ha conocido el empate y la derrota.

Pellegrino empieza como en su día comenzó Sergio González, con una equis que prende la llama del optimismo por la buena imagen mostrada a la espera de lo que suceda en las próximas semanas. Trabajo tiene por delante el sudamericano para sacar a flote la nave amarilla que encadena cuatro jornadas en zona de descenso. El gol es la cuestión. Ese aspecto es el que está obligado a mejorar en las siguientes citas. Si es con una plantilla reforzada, mucho mejor. Pueden llegar tres jugadores antes del cierre del mercado invernal.

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