El Cádiz vive todavía de las suculentas rentas obtenidas en una excelente primera vuelta que concluyó en una privilegiada segunda posición con 39 puntos -a uno solo del Huesca- y una proyección de números de ascenso de haber conseguido mantener esa producción tan elevada. El mejor tramo de la temporada queda muy atrás -nada que ver con la realidad en el mes de mayo- y contrasta con la pésima segunda vuelta de un equipo que sólo lleva 21 puntos de los 51 que ha disputado de la 22ª jornada en adelante. Ha perdido 30 puntos, un 59 por ciento. Una cifra que no encaja con las de un aspirante al play-off que se ha venido debajo desde que se abrazó de manera matemática a la permanencia. Cosas del fútbol.

Las cifras que presenta el Cádiz a falta de cuatro jornadas para el cierre de la segunda vuelta son idénticas a las que llevaba en el mismo tramo de la temporada 2009/10, la del último descenso a Segunda División B. El equipo entrenado entonces por Víctor Espárrago -había sustituido en el banquillo a Javi Gracia poco antes del ecuador del campeonato- había sumado también 21 puntos en las 17 jornadas de la segunda vuelta con un balance de cinco victorias, seis empates y media docena de derrotas. La diferencia entre el pasado y el presente está en la primera vuelta, finalizada con sólo 23 puntos hace ocho años -en puesto de descenso- frente a los 39 del curso actual.

El Cádiz de aquella campaña de infausto recuerdo no daba para más y no pudo esquivar el descenso con una segunda vuelta que acabó con 27 puntos después de sumar seis en las últimas cuatro jornadas -terminó la Liga con 50 en la 19ª plaza-. La incógnita es si ahora es capaz de sumar seis puntos -para ello tendría que ganar dos partidos o al menos uno y empatar los otros tres- y en ese caso si serían suficientes para entrar en la fase de ascenso.

En la comparación con la pasada campaña tampoco sale bien parado el Cádiz de la 2017/18. El equipo amarillo avanzó 26 puntos en los 17 compromisos iniciales de la segunda vuelta del año pasado, cinco puntos más que en la actualidad. Cinco puntos que ahora serían un tesoro porque con ellos tendría un pie y medio en la fase de ascenso -dispondría de una distancia de seis sobre el séptimo- y estaría metido en la batalla por subir de manera directa. Pero la realidad es otra.