Ha empatado un partido -el primero-, ha perdido dos -los más recientes- y ahora le toca conjugar de una vez el verbo ganar. Si el Cádiz no es capaz de conseguir una victoria en cuatro partidos, en el tramo más importante de la temporada, es que no merece ascender a la categoría de plata. No hace falta una heroicidad en el encuentro de vuelta frente al Hércules para levantar el 2-1 de la ida. Basta con un simple 1-0 para entrar en la última y definitiva ronda del play-off. La cuestión es si el conjunto amarillo está en condiciones de sacar adelante una eliminatoria que, una vez más, tiene la oportunidad de resolver en casa con el ambiente favorable de una afición que, entregada, está dispuesta a llevar en volandas a su equipo.

La única conclusión positiva extraída por la escuadra gaditana del encuentro disputado en el estadio Rico Pérez es un resultado (2-1) que, pese a ser adverso, deja abierta la eliminatoria después del alarmante 2-0 en contra en el arranque de la segunda mitad. Los amarillos reaccionaron a tiempo para marcar un gol y abrieron el camino para sentenciar en el Carranza. 

La plantilla pasó la noche del domingo en el Este peninsular y el lunes por la mañana se ejercitó en el campo anexo al estadio Martínez Valero de Elche. Los jugadores que fueron titulares el pasado domingo trabajaron de manera suave. Los que no participaron o lo hicieron menos minutos se entrenaron con más intensidad.

El hilo conductor de la primera sesión de la semana fue el convencimiento de que es posible remontar el próximo domingo. La operación remontada empezó a la par que el comienzo de la semana con una mentalidad positiva y tanto cuerpo técnico como jugadores disponen ahora de unos días intensos para preparar a conciencia el que se convierte en el partido más importante de la temporada. Es un duelo a vida o muerte en el que el Cádiz esta obligado a sacar su mejor versión para superar a un Hércules que en su feudo demostró virtudes pero también defectos. Cuando los amarillos decidieron volcarse en ataque, generaron peligro y arrinconaron a un cuadro alicantino que se defendió como pudo. Todo indica que el guión será parecido en el choque de vuelta porque los hombres de Claudio, necesitados de la victoria para pasar a la siguiente ronda, buscarán el gol desde el pitido inicial y el conjunto herculano tratará de agazaparse delante de su portería a la espera de salir al contragolpe.

La operación remontada está en marcha y uno de los más creen en ella es el presidente, Manuel Vizcaíno. El mandatario cadista lanzaba mensajes optimistas a través de su cuenta de twitter. "Estamos aún donde queríamos y estamos muy vivos. A la afición no le tengo que pedir nada. Nunca falla".

Vizcaíno deposita su esperanza en los 90 minutos de la vuelta del Carranza y pide la unión de todos en busca del triunfo. "Al resto de la ciudad y la provincia, al resto del entorno y medios de comunicación les pido remar todos. Así somos más fuertes". El presidente, a través de la redes sociales, arenga a todo el cadismo: "Vamos Cádiz!! Nadie nos regaló nunca nada. Nadie dijo que fuera a ser fácil", señala Vizcaíno antes de mostrar su confianza en la plantilla: "Y por supuesto dar la cara por el entrenador y los jugadores: Ellos nos han permitido soñar, ellos son los mejores. No los cambio por nadie".