El gol es elemento fundamental que da sentido al fútbol. Los equipos se afanan cada partido en marcar y evitar que le marquen. El Cádiz sufre de lo lindo en los últimos tiempos para perforar la portería rival, pero al menos se agarra al consuelo de haber conseguido cerrar su arco para mantenerse en la zona vip de la clasificación -ocupa la tercera plaza- y resistir el ritmo frenético que imponen UCAM Murcia y Real Murcia. Cuando se nubla la vista en el remate, el asidero es una defensa eficaz que permita mantener viva la llama de la esperanza en la batalla por los objetivos de la Liga y el ascenso.

Los datos reflejan con absoluta claridad el retroceso anotador del conjunto gaditano y la mejora en las prestaciones defensivas. El Cádiz anda peleado con el acierto en el área contraria hasta tal extremo que las tres últimas victorias llegaron por el tanteo mínimo que se despacha en el fútbol. Un gol fue suficiente para sumar los tres puntos en cada uno de los choques contra Balona, Linares y Melilla. La prueba más palpable de los números positivos en defensa procede de los tres partidos más recientes, en los que los jugadores entrenados por Claudio Barragán no recibieron un solo tanto (ante Balona, Betis B y Linares).

Uno de los obstáculos que el Cádiz se encuentra en el recorrido de una nueva temporada en Segunda División B está relacionado con el gol. La escasa puntería tiene una estrecha vinculación con el descenso en la producción de ocasiones. Los gaditanos pisaban más el área en ataque en los primeros duelos del curso y ahora les cuesta un mundo crear oportunidades. Sin oportunidades no hay posibilidad de marcar, y cuando las tienen, la pólvora está mojada, como sucedió en el envite contra la Balona salvado gracias a un penalti en la recta final. El Cádiz acostumbraba a ganar con holgura en los albores de la campaña (4-2 al Cartagena, 3-0 al Algeciras y 3-0 al Villanovense) hasta que de golpe y porrazo pegó un frenazo en su faceta goleadora. De hecho, pasó de marcar 12 goles en las seis jornadas iniciales del campeonato (una media de dos por partido) a quedarse en sólo cinco en los siete encuentros posteriores (0,7 en cada duelo). Y es que en esos últimos siete encuentros, el conjunto amarillo sólo hizo como máximo un tanto por partido cuando logró marcar.

La falta de acierto afecta a todos los atacantes. Dani Güiza acabó contra la Balona con dos meses y medio de sequía, el mismo tiempo que acumula Fran Machado, que sólo suma el tanto que le hizo al Cartagena a finales de agosto. Kike Márquez lleva dos dianas, la más reciente obtenida a mediados de septiembre en el partido contra el Algeciras. Lolo Plá marcó un gol en Marbella el 20 de septiembre, el único que lleva. Salvi y Hugo, ambos también con dos goles en su haber, vieron puerta por última vez a finales de septiembre en el choque contra el Villanovense. Wilson Cuero marcó el único tanto que acredita el pasado 4 de octubre ante La Hoya Lorca.

Mientras decae la cuenta anotadora del equipo, mejoran las cifras en el apartado de goles en contra. No sólo es que la puerta esté a cero en las tres jornadas del pasado más cercanas en el tiempo. En los últimos cinco partidos, sólo en una ocasión tuvo que recoger la pelota del interior de su propia portería (una media de 0,2 goles por encuentro). Fue el San Roque de Lepe -en una acción a balón parado fruto de un saque de esquina- quien acertó contra los gaditanos en el estadio Carranza. El Cádiz, con siete dianas en contra (0,5 por partido), se mantiene como el tercer equipo (empatado con el UCAM Murcia) menos goleado de toda la categoría de bronce, superado sólo por el UD Logroñés (grupo I) y Barakaldo (grupo II), con media docena de tantos recibidos cada uno.

El equipo dirigido por Claudio dejó la portería a cero en siete de los 13 partidos de Liga (además de los tres de la Copa del Rey, que ganó por la mínima). Buenos números pese a las lagunas de una defensa que, por ejemplo, sufrió las acometidas de una Balona a la que le faltó temple para marcar, aunque el cuadro linense se topó con un inspirado Alberto Cifuentes, quizás el mejor fichaje realizado esta temporada por el Cádiz. Hay portero de garantías.