El palco del Ramón de Carranza tuvo ayer a uno de esos ex cadistas que guarda en su corazón un buen trozo de este rincón del Sur en el que echó los dientes en sus primeros años como profesional. Desde 1996 al año 2000, Juan Enrique Cárcel Ferrer, Quique Cárcel, defendió la elástica amarilla. Un fichaje procedente de La Masía, de donde una temporada antes había recalado en la capital gaditana Álex García. Para Cárcel, fueron algo más de 140 partidos, que no es poca cosa. Una vez colgadas las botas y de triunfar como director deportivo de L'Hospitalet -tumbó al Cádiz en una fase de ascenso a Segunda División A-, el Girona le abrió la puerta para ejercer en un despacho de un club profesional, y hasta el momento sigue demostrando que lo de L'Hospitalet no fue producto de la casualidad.

Ayer manejó sensaciones extrañas pero disfrutó de la imagen del Nuevo Ramón de Carranza y de reencontrarse con tantos amigos que dejó en la Tacita. Todo ello con tres puntos en juego que, como profesional que trabaja para el Girona, anhelaba que volaran para tierras catalanas.

Cárcel atendió con la amabilidad de siempre a Diario de Cádiz y, como buen analista, al acabar el choque mostró su parecer sobre lo que había acontecido sobre el césped. "Me ha gustado mucho el partido, eso es lo primero. He visto que tanto el Cádiz como el Girona se han comportado como dos equipos fuertes e importantes de la categoría, y ambos han llevado a cabo su juego. Insisto en que me ha gustado mucho lo que he visto", señalaba en primer lugar el director deportivo del conjunto gerundense.

Profundizando en materia, hizo hincapié en la mejor cara que había apreciado en el equipo gaditano respecto a los últimos compromisos ligueros. "El Cádiz ha querido aportar más que en los últimos partidos y lo cierto es que lo ha conseguido porque ha competido bien. Ha jugado la pelota con sentido y eso no es fácil cuando tienes enfrente a un equipo como el nuestro. En este sentido, recordaba que "a nosotros nos cuesta que nos quiten el balón y, sin embargo, el Cádiz ha sido capaz de lograrlo".

El que fuera también jugador de la cantera del FC Barcelona se mostraba rotundo al afirmar que "los dos equipos dejan sensaciones muy positivas", si bien reflejaba que el empate era el resultado acorde a los merecimientos de unos y otros. "Los dos conjuntos han competido, aunque no creo que el Cádiz haya merecido ganar. Los dos han tenido sus opciones para marcar".

El ex cadista no se atreve a pronosticar qué sucederá con ambas escuadras cuando acabe la temporada, en los que se refiere a la situación clasificatoria. Las dos parten con el objetivo de la permanencia, si bien el Girona está dispuesto a mirar más arriba en cuanto sume 50 puntos. "Creo que el que piense más allá de la semana próxima está cayendo en un gran error y posiblemente se equivocará. La categoría de plata es un mundo, muy larga, y la situación de los equipos varía con mucha facilidad de una semana a otra. Esto depende de los momentos que se vivan y de las dinámicas. La regularidad es la que te marca lo que puede suceder pero principalmente pensando en lo más inmediato, que es el siguiente encuentro", recalcaba el catalán.

Del mismo modo, el que fuera centrocampista del Cádiz durante cuatro campañas piensa que su ex equipo debe estar centrado en lo que tiene entre sus manos y no dejarse llevar ahora mismo por lo que refleja la clasificación. "Esto es muy largo, mucho. A nadie le gusta verse en la zona fea pero quedan muchísimos puntos para poder sumar. Hoy (ayer para el lector) se ha visto a un Cádiz que es capaz de competir a un buen nivel. Esas sensaciones se las tiene que llevar la gente para creer en lo que hace su equipo", finalizaba Quique Cárcel, un barcelonés con sentimiento gaditano que abandonaba el Ramón de Carranza entre el abrazo de muchos conocidos y el reconocimiento por la excelente labor que viene desarrollando en la dirección deportiva de la entidad gerundense.