En el Cádiz CF viven días de difícil digestión del descenso a Segunda División consumado el pasado domingo 19 de mayo con el empate a cero ante la Unión Deportiva Las Palmas en el estadio Nuevo Mirandilla. El conjunto amarillo pagó su mala temporada con el retorno a la categoría de plata cuatro años después del ascenso a Primera.

El regreso a la élite del balompié español es el objetivo inmediato y a ello se supone que se pone el club. La clave para volver a Primera lo antes posible es acertar en las decisiones, que los futbolistas den la talla sobre el césped y la pelote entre en la portería contraria.

La entidad cadista ya se puede adentrar en la confección de la plantilla con vistas a la campaña 2024-25. Para optar al ascenso, el primer paso es contar con un buen grupo de jugadores con capacidad para ganar partidos y ocupar las primeras posiciones.

Son muchas las decisiones que debe adoptar la entidad cadista. Habrá salida de jugadores y llegarán otros. Además de las entradas y las salidas, lógicas durante el mercado estival, queda por resolver varias incógnitas. Una de ellas es el futuro de José Mari. El roteño llegó en la temporada 2016-17 tras subir los amarillos de Segunda B a Segunda.

Son ya ocho años lo que lleva en el club un futbolista carismático que no lo ha tenido fácil lastrado por las lesiones, alguna grave. El capitán ejerció un papel importante en el ascenso a Primera en 2020, aunque en la máxima categoría fue perdiendo protagonismo.

José Mari jugaba poco en Primera y además sufrió algún problema físico. Se quedó sin ficha en el último mercado de invierno y el pasado mes de abril pasó por el quirófano para ser sometido a una limpieza de la rodilla operada en su día tras una rotura del ligamento cruzado.

El centrocampista tiene contrato con el Cádiz CF hasta el 30 de junio de 2025. En teoría, formará parte de la plantilla la próxima campaña pero no se puede descartar que su futuro pase por otra solución. A sus 36 años, la duda es si tendría minutos en Segunda División o si debe ceder su sitio para que la dirección deportiva diseñe la composición de la media.

No es descartable que José Mari pueda colgar las botas y se quede trabajando en el club. Podría tener cabida en el cuerpo técnico del Cádiz Mirandilla o el juvenil. Está abierta la opción de que empiece la temporada como jugador del primer equipo y, si participa poco o nada sobre el césped, dé el paso a un lado en el mercado de invierno, cuelgue las botas y pase a ser un empleado del club en labores técnicas.