La difícil misión del Cádiz CF para la próxima temporada: ilusionar a una afición decepcionada
Ni el equipo ni los dirigentes han estado a la altura
El mensaje contundente de Garitano al Cádiz CF sobre su futuro

Cádiz/Salvo hecatombe en la recta final, el Cádiz CF militará la próxima temporada 2025-26 en Segunda División después de ser incapaz de luchar por el ascenso en la campaña que está a punto de llegar a su fin. Sólo quedan cinco compromisos para bajar el telón.
El conjunto amarillo acumula dos fracasos consecutivos. Perdió su plaza en Primera División en el ejercicio 2023-24 y en el 2024-25, en lugar de estar arriba se vio abocado a evitar otro descenso cuando estaba considerado como candidato al inmediato retorno a la élite por tener ventaja económica (y supuestamente deportiva) sobre la inmesa mayoría de sus contrincantes.
El distanciamiento entre el club y la afición es una realidad. La protesta de seguidores en la calle antes del partido contra el Sporting de Gijón y los gritos de petición de dimisión dirigidos al presidente, Manuel Vizcaíno, durante el transcurso del encuentro, ya el interior del estadio Nuevo Mirandilla, son sólo dos ejemplos.
La hinchada cadista parece desencantada en líneas generales. El equipo no ha estado a la altura en las dos últimas campañas y además la gestión de la directiva no ha ayudado, sino todo lo contrario, a una conexión que a día de hoy parece perdida.
Una vez que el desenlace del curso actual está definido, los dirigentes del Cádiz CF tienen tiempo de sobra para armar un proyecto decente para la temporada venidera. La duda es si serán capaces de conseguirlo. La credibilidad está en su pico más bajo.
El club afronta la compleja misión de reactivar la ilusión de una afición que acumula decepciones en un ambiente enrarecido. Lo primero es confeccionar una plantilla que esté capacitada de verdad para pelear por el objetivo más ambicioso. No basta con nombres, sino también con hombres. No todo debe ser Suso en el caso de que firme por los amarillos. Se trata de configurar un proyecto completo para ir a por todas. Tiempo hay más que suficiente desde mayo hasta agosto cuando expira el mercado de verano con la nueva Liga ya en marcha.
Además de la plantilla, los precios de los abonos y las entradas deberían ser revisados para atraer a los aficionados. Que la tarifa más barata para ver un partido sea 50 euros parece excesiva en los tiempos que corren. La combinación plantilla-precios podría ser un gancho para que no disminuya la cifra de abonados.
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