Los deseos del entrenador del Cádiz CF a la espera de la realidad

En el Cádiz CF tratan de pasar página cuando antes de la pésima temporada 2024-25 para centrarse en la planificación de la siguiente, la 2025-26, de nuevo en Segunda División tras haber fracasado en el objetivo del ascenso. En ningún momento llegó ocupar plaza entre los seis primeros de la tabla.

Con el curso ya finiquitado (la visita al Real Oviedo es un mero trámite), en el club ya trabajan con la vista puesta en el futuro. De hecho, el entrenador, Gaizka Garitano, no tuvo reparos en dar algunas pinceladas el pasado viernes antes del partido contra el Huesca que también era intrascendente a efectos clasificatorios.

"Tenemos que acometer un cambio de ideas", afirmó el técnico, que incluso dijo que "ya lo etamos haciendo esta semana". Habló de cambios -"es evidente", indicó-, de la necesidad de rejuvenecer la plantilla y del final de ciclo de algunos jugadores que están en la plantilla aunque sin dar nombres.

Sí citó a futbolistas que pueden formar parte de la plantilla (Víctor Aznar, Iker Recio, Kovacevic, Climent, Moussa Diakité) y avanzó una reducción de efectivos para dejar el plantel en 22-23 jugadores y contar además con dos o tres jóvenes del filial.

Su deseo es claro: "Me gustaría empezar algo nuevo, que tenga algo más de mi sello". La cosa va más allá de la configuración de plantilla. "También en más cosas internas de funcionamiento y metodología. Tengo muchísima ilusión por empezar de cero".

Garitano expresa su idea pero ahora es el presidente, Manuel Vizcaíno, el que tiene la palabra. "Todos pedimos cosas, pero tenemos que adecuarnos al presupuesto y a las condiciones", añadió el entrenador, consciente de que al final determinadas decisiones no dependen de él.

El técnico ya comprobó en enero que una cosa es lo que quiere y pide y otra lo que le da el club. Pidió refuerzos para el extremo y la delantera y sólo llegaron dos defensas. El Cádiz CF, aunque dio un salto de la zona de descenso a la parte media, no fue capaz de meterse en la lucha por el ascenso y en la recta final se vio enredado en la incómoda pelea por la salvación.

Garitano tiene sus deseos sobre la planificación a la espera de que el club los haga realidad en mayor o menor medida. Es decir, que pueda disponer de una plantilla competitiva que sea de su gusto y además pueda poner su sello en otras cuestiones.