Cádiz CF

Punto de oro del Cádiz CF en Sevilla (1-1)

Iván Alejo con el balón acosado por Ocampos.

Iván Alejo con el balón acosado por Ocampos. / Antonio Pizarro

El Cádiz CF sumó un punto de los considerados de oro. Vaya si lo mereció. Plantó cara a todo un Sevilla en el Sánchez-Pizjuán y logró un valioso empate (1-1) en un buen partido que jugó sin complejos hasta el extremo de ser superior en muchas fase del encuentro.

Se repuso el equipo amarillo de un mal arranque, pero a raíz del gol recibido poco después del pitido inicial fue creciendo hasta que Lucas Pérez firmó un golazo en la segunda mitad. Los dos tantos llegaron a balón parado en una noche productiva para los gaditanos. Puntuar en el campo del tercer clasificado, el mejor local de la Liga, no está al alcance de muchos. Ahora toca refrendar el punto con uan próxima victoria en casa ante el Elche.

Sergio González aplicó rotaciones. Seis caras nuevas en la alineación y un trivote mixto con Álex Fernández entre segundo punta y tercer medio.

Desde los compases iniciales se atisbó una avalancha ofensiva de los locales que deparó consecuencias inmediatas. Y es que en el minuto 6 ya se vio por debajo en el marcador un Cádiz CF que una vez más salió con la empanada. Saque de esquina, En-Nesyri se anticipó en el salto a Luis Hernández, algo lento, y con un certero cabezazo alojó el balón en la portería tras tocar en un poste. Ni Álex Fernández, que estaba junto a ese palo, ni Ledesma reaccionaron a tiempo.

El madrugador 1-0 actuó de despertador. Los visitantes, que no habían traspasado la línea de su parcela, dieron un paso al frente empujados por la necesidad y por el convencimiento de poder plantar cara. Presionaron arriba con eficacia y no tardaron en generar oportunidades. En el 12, un misil de Jonsson desde el balcón del área puso esférico en dirección a puerta pero se topó con la zaga.

El partido se convirtió por momentos en un toma y daca, con alternativas y aproximaciones de los dos bandos. En el intercambio de golpes no marcó de milagro un conjunto amarillo envalentonado, eficaz en la circulación bajo el liderazgo de José Mari, dueño del centro del campo junto a Álex Fernández.

Ledesma respondió un par de veces a Lamela pero el que rozó el gol fue el equipo amarillo. En el 19, Koundé sacó de cabeza un remate de José Mari con Bono ya superado. En el posterior saque de esquina, Fali cabeceó fuera con todo a su favor.

Más clara todavía fue la ocasión de Lucas Pérez en el 27. Su zurdazo desde el corazón del área tomo el camino del gol pero emergió la figura de Bono con un paradón que dejó el marcador como estaba.

La balanza del juego se fue inclinando hacia el bando gaditano, con un absoluto control que sin embargo no se vio reflejado en el luminoso. El dominio visitante ofreció a los locales la opción del contragolpe. En el 34, Ledesma despejó el esférico tras un zapatazo lejano de Papu Gómez, que no paró de hacer faltas sin ser amonestado hasta el en segundo acto. Replicó José Mari con un tiro fuera desde la ventana del área mientras brotaron los pitos de la hinchada sevillista, enfadada con su equipo, metido muy atrás.

El Cádiz CF, salvo al principio, fue muy superior en la primera parte y no mereció irse al vestuario con el 1-0. Estaba obligado a seguir empujando en la reanudación.

Siguió mandando el cuadro amarillo al comienzo de la segunda mitad. Presión alta, sin miedo, frecuentes recuperaciones y dudas en un Sevilla más pendiente de su área que de la contraria.

Era la hora de arriesgar y eso fue lo que hizo a conciencia frente a la muralla blanca. El anfitrión especuló con el resultado y lo fió todo a los espacios que dejó un Cádiz CF volcado pero sin eficacia. Sergio González tardó en mover el banquillo cuando el equipo empezó a dar signos de cansancio.

Justo cuando el técnico se disponía a hacer tres cambios llegó el tanto del empate en el minuto 66. Un golazo de los que perduran en el recuerdo. Libre directo muy lejano que lanzó Lucas Pérez con fuerza y colocación para marcar por toda la escuadra.

El golazo premió a un equipo que buscó con insistencia el empate. Sergio González pausó las sustituciones porque el guión del partido varió por completo. Fue el conjunto de Nervión el que tomó el timón al que había renunciado hasta entonces.

Antes del acoso infructuoso de los de casa, el árbitro se comió un penalti a favor del Cádiz CF. El balón tocó en el brazo de Koundé dentro de su área en el salto con Akapo, pero ni Sánchez Martínnez ni Soto Grado en el VAR apreciaron nada punible. En otros partidos acciones similares fueron castigadas con pena máxima, pero al Cádiz CF no le conceden un penalti ni por casualidad.

Llegaron los minutos difíciles para los amarillos, encerrados en su terreno ante el empuje de los sevillanos. El preparador cadista agotó los cinco cambios para intentar resistir hasta el final. El punto era válido.

La recta final fue puro sufrimiento, con el conjunto blanco volcado hasta límites agobiantes. En el 88, Ledesma evitó el segundo gol de En-Nesyri, que remató solo dentro del área.

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