El Cádiz CF se llevó su primer chasco en casa de la temporada. Tenía el partido ganado contra el Almería, al que dominaba con un jugador más, pero se dejó empatar (1-1) en el tiempo de prolongación y de sumar tres puntos se quedó sólo con uno.

Los amarillos no supieron sacar provecho de la expulsión de un contrario y un gol a favor al comienzo de la segunda mitad y acabaron desquiciados como fuesen novatos en la categoría. Ni supieron sentenciar y ni tampoco administrar la renta. Los problemas en ataque volvieron a relucir. Y también en defensa que derivaron en el tanto de la igualada. 

El segundo compromiso en el hogar deparó la primera titularidad de la temporada de Gonzalo Escalante como integrante en el centro del campo del clásico 4-4-2 por el que suele decantarse Sergio González. El recién llegado Maxi Gómez empezó en el banquillo y desde allí no perdió detalle del frenético arranque de su equipo con una presión asfixiante en la zona de arriba en busca de un gol tempranero, pero el guión fue diferente al del choque contra el Deportivo Alavés.

La primera ocasión, sin embargo, no llegó fruto de la presión alta sino a través de un vertiginoso contragolpe en el minuto 5 mal culminado por Roger Martí, quien de modo inexplicable tiró fuera con todo a su favor enfrente de la portería en un acción invalidada por una falta previa de Chris Ramos.

Como era de esperar, los locales llevaron el peso del partido aunque con más voluntad que precisión (el viento fue un obstáculo más) y con frecuentes pérdidas de balón en la telaraña tejida por el cuadro mediterráneo. Se sucedieron los fallos en los pases y así era harto complicado acceder al área con un mínimo de peligro.

Luis Hernández sí logró conectar con Roger Martí con un buen servicio al área (en el 16) pero la volea de primeras del delantero se escapó por poco por encima del larguero.

El juego careció de fluidez y emergieron los altibajos. Predominaron los armazones defensivos a la espera de que algún chispazo provocase un movimiento en el marcador. No lo hubo. El que más lo intentó fue Iván Alejo con centros desde la banda derecha. A Machís le costó algo más entrar en materia. Un disparo lejano suyo en el 26 acabó con el cuero en los brazos de Maximiano.

Los amarillos dominaron pero sin claridad en los metros finales. Cuando pisaron el área, les faltó el golpeo definitivo. Los últimos minutos del primer periodo fueron un querer y no poder, con el partido bajo control de los locales y sus habituales problemas con el gol. Mientras, los visitantes tuvieron sus opciones sobre todo con varios saques de esquina sin consecuencias pese a que alguno no estuvo bien defendido por la zaga cadista.

Ante la escasez de oportunidades, el resultado no podía ser otro que un empate a cero en el intermedio después de una primera mitad con mucha pelea y poco más. Los gaditanos no encontraron la fórmula del gol y lo dejaron todo para el segundo y definitivo acto.

El reinicio fue prometedor con un Cádiz CF insistente arriba aunque sin pólvora. En el primer minuto de la reanudación, el balón se paseó por el área almeriense sin que nadie lograse hacer un disparo en condiciones.

Poco después se produjo una de esas acciones consideradas claves en el devenir de un partido. Chris Ramos sacó petróleo al obligar a Edgar a cometer falta sobre él cuando se escapaba por velocidad. El central vio la segunda cartulina y fue expulsado en el 49, es decir, con toda la segunda mitad por delante que los de casa afrontaron en superioridad numérica.

Con semejante contexto, los amarillos estaban más obligados que nunca a volcarse en ataque frente a un adversario abocado a protegerse a atrás. A ello se pusieron quizás con algo de precipitación, como queriendo marcar un gol al minuto siguiente de la expulsión. En realidad no tardaron en conseguirlo.

En el 59, diez minutos después de la roja que vio Edgar, el Cádiz CF se puso por delante en el marcador en una jugada a balón parado. Javi Hernández, con un guante en su pie izquierdo, sacó una falta cometida sobre un muy mejorado Machís con un centro al interior del área, Iván Alejo conectó para enviar al otro palo y allí apareció completamente solo Luis Hernández para empujar el esférico a puerta vacía y colocar el 1-0.

El tanto dibujó un horizonte idílico para los anfitriones, por delante en el marcador y con un jugador más, pero con un rival herido que trató de reaccionar. En el 63, Luis Suárez tuvo cerca la igualada con un testarazo que hizo que la pelota se perdiese cerca del larguero.

El Cádiz CF fue a por el segundo gol con el que ahorrar sufrimiento en los últimos instantes. Sergio González hizo debutar a Maxi Gómez y dio entrada a Sobrino para meter piernas y pulmones frescos por la izquierda y después en la derecha cuando ingresó en el campo Lucas Pires por Iván Alejo, el más destacado de los locales.

Con todo a su favor, los amarillos encararon la recta final con una corta renta y todo aún por decidir, con el partido controlado pero con el Almería vivo. Incertidumbre hasta el pitido final, con siete minutos de prolongación que se hicieron largos.

El Cádiz CF ya no quería jugar y el Almería iba a la desesperada hasta que logró el empate en el 94 con un derechazo imponente de Kaiky que se coló a media altura junto a un poste de la portería de Ledesma. La pasividad de la defensa propició el derechazo del jugador visitante.

Hubo tiempo para más. Tras ser expulsado Fede San Emeterio y con el Cádiz CF sobre la lona, Ledesma salvó un punto con un paradón. Hasta pudo haber perdido un equipo amarillo que acabó desnortado.