Cádiz CF

Histórico triunfo del Cádiz CF en el Camp Nou (0-1)

Espino no llega por centímetros al balón que se dirige a Ter Stegen.

Espino no llega por centímetros al balón que se dirige a Ter Stegen. / Andreu Dalmau/Efe

El Cádiz CF dio un golpe de mano en su carrera hacia la permanencia. No había ganado nunca en el Camp y eligió la primera vez en momento más oportuno. 0-1 y tres puntos de oro. Una victoria histórica para un pequeño que se agigantó en el campo de un Barcelona impotente frente al muro de hierro de los amarillos.

El Cádiz CF venció y lo hizo con hizo con todo merecimiento con un planteamiento perfecto, una defensa infranqueable y sin miedo a pisar el área contraria. Sin nada que perder y mucho que ganar, se armó de paciencia para resistir los embates de los azulgranas y sacó provecho en ataque. Marcó un gol pero pudo hacer alguno más. 

No hay una sola clave en una gesta de este alcance, pero una de ellas, la que más, fue que los amarillos no cometieron un solo error. Lo hicieron todo bien en una noche para el recuerdo. Mereció la pena el sufrimiento para celebrar un éxito sin precedentes ante un adversario que llevaba 15 jornadas sin perder.

El triunfo, tan inesperado como vital, saca al conjunto gaditano del descenso. El Cádiz CF se impulsa desde la 18ª posición a la 16ª con 31 puntos.

La salvación está un poco más cerca con tres puntos que no estaban en un guión que se saltó con valentía.

Sergio González apostó por una alineación plagada de suplentes. No es que tirase el partido, pero con tantas rotaciones (siete novedades) dio la máxima prioridad al próximo envite ante el Athletic de Bilbao que se disputa el jueves.

Fue la oportunidad para muchos de los menos habituales, entre ellos el canterano Raúl Parra en el lateral derecho. Los amarillos se desplegaron con un 4-4-2 en modo acordeón, con intención de presionar arriba pero abocados a remangarse en labores defensivas. La realidad era previsible. El grande se hizo con el balón y metió a atrás al pequeño.

Dembelé, con diferencia el más peligroso de los locales, avisó en el minuto 3 con una internada y disparo que abortó Jeremías Ledesma. Como era de esperar, los de casa llevaron el mando pero sin demasiado ritmo. Se lo tomaron con calma.

Intentaron tocar el cuero los amarillos, pero a la hora de la verdad lo tenían muy poco. Tocaba fajarse en su propia parcela sin renunciar a un caramelo en ataque. En el 13, Pacha Espino no alcanzó el esférico por milímetros delante de Ter Stegen tras un buen pase de Lucas Pérez. Fue una acción aislada porque el dominio del Barcelona aumentó con el paso del tiempo.

Esperó su momento el cuadro visitante para hallar un hueco a la contra y disponer de una ocasión clarísima de esas que quedan grabadas como lamento de lo que pudo haber sido y no fue. En el 27, Rubén Sobrino rompió por velocidad y sirvió el pase de la muerte a Lucas Pérez, que solo frente a la portería remató fuera cuando el gol parecía inevitable. Parecía más fácil enviar la pelota dentro que fuera. El delantero reclamó penalti de manera insistente por empujón de Dest que el árbitro y el VAR no apreciaron.

Los gaditanos se mostraron seguros en su terreno. No concedieron espacios y la única vía de agua la causó un hiperactivo Dembelé. Pacha Espino las pasó canutas. En el 38, el francés se plantó en el área y soltó un latigazo que no fue gol gracias a la mano salvadora de Ledesma.

Momentos de agobio en al recta final de una primera parte en la que hubo un solo dueño del balón. Empujó de lo lindo el cuadro culé ante una eficaz muralla amarilla que aguantó el tipo con sobriedad en los 45 minutos iniciales. Máxima concentración aunque restaba una asegunda mitad que se preveía más complicada.

Los de Xavi Hernández salieron con una marcha más en la reanudación pero el que dio el golpe fue el Cádiz CF. En el minuto 48, Álex Fernández centró al corazón del área, Ter Stegen repelió dos remates de Sobrino en boca de gol (uno de cabeza y otro con el pie) y Lucas Pérez esta vez no perdonó a puerta vacía. 0-1.

El tanto recompensó el buen hacer del modesto, que se hizo grande ante un rival desnortado que dependió de la explosividad de Dembelé. En el 54, Ledesma atrapó con seguridad el balón tras un disparo lejano de Eric García.

El guión del tramo definitivo del encuentro no podía ser otro que un permanente asedio del Barcelona. Se jugó prácticamente en suelo cadista. Sufrimiento garantizado.

Los entrenadores empezaron a mover piezas. Aubameyang entró por los locales y por los visitantes Fede San Emeterio e  Iván Alejo en pleno acoso de los anfitriones, justo después de un zapatazo del omnipresente Dembelé respondido por Ledesma.

Un centro tras otro en el área cadista. Un despeje tras otro. Incertidumbre hasta el final y con alguna opción de los amarillo de ampliar la ventaja. En el 75 desperdició una ocasión muy clara Álex Fernández, solo delante de la portería, con todo a su favor para hacer el 0-2 pero con un remate fuera.

Se volcó tanto el cuadro azulgrana que los visitantes aprovecharon los espacios para amenazar a la contra. En el 79, un minuto después de una nueva parada de Ledesma (tras cabezazo de Luuk de Jong), un remate de Sobrino a bocajarro.

Aceleraron los culés pero los amarillos siguieron con orden. En el 84, paradón de Ledesma tras un nuevo misil Eric García dese fuera del área. Instantes finales de agobio con una oportunidad de Iván Alejo en el 88. Su centro lo tocó un defensa y salvaron entre el portero y el poste.

Casi sin respiro, se agigantó una vez más Ledesma para repeler una volea de Aubameyang. El Cádiz CF lo tenía hecho en la prolongación. Se hicieron eternos los minutos de alargue, pero el final fue feliz.

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