El cierre de la primera vuelta permite extraer múltiples datos sobre el desarrollo de la competición. Entre los más llamativos figuran los minutos que participa cada jugador, que no hacen sino revelar quiénes son los que más cuentan para el entrenador. Álvaro Cervera ha creado una base de futbolistas fijos en las alineaciones, compuesta por los nueve que sobrepasan los 1.000 minutos sobre el césped. Alberto Cifuentes (1.890), Carpio (1.767), Aridane (1.710), Khalifa Sankaré (1.201), Brian (1.348), Jon Ander Garrido (1.206), Rafidine Abdullah (1.294), Álvaro García (1.637) y Alfredo Ortuño (1.724), el máximo artillero con 13 tantos.

El abanico se amplía con dos jugadores más que participan con asiduidad: Salvi se acerca a los 1.000 (972) con 16 encuentros jugados (es el segundo goleador con cuatro dianas) y José Mari acumula 793 aunque es indiscutible cuando está disponible. El roteño se ha perdido 11 jornadas. Empezó a participar en la octava tras ponerse en forma y está inactivo en las últimas cuatro tras ser operado de una hernia inguinal. Cuando vuelva a estar a tope regresará al equipo. Esos 11 son los que forman la columna vertebral del conjunto amarillo, apoyados por otros con menos aportación.

Cifuentes es el único que ha estado todos los minutos sobre el césped y Carpio es el jugador de campo con más tiempo en el campo. La defensa es la línea más estable: Carpio, Aridane, Sankaré y Brian es la habitual cada fin de semana salvo sanción o lesión de alguno de ellos.

Otros jugadores que están por debajo de los 1.000 minutos disponen de oportunidades, como Eddy Silvestre, con 637 y habitual en las convocatorias. A Rubén Cruz, que lleva 775, le costó entrar en materia por unas molestias y su irregularidad le ha restado minutos. En las jornadas más recientes es titular. Es el único delantero de la plantilla cadista que aún no ha perforado la portería contraria.

Nico Hidalgo acredita 572 minutos y en los últimos tiempos se había ganado la confianza del míster. Fue titular en las citas contra Sevilla Atlético -hizo un gol- y Elche, aunque un proceso febril le privó de pujar por un puesto ante la escuadra pucelana. Servando acumula 570 pero no ha jugado uno solo en los últimos diez compromisos.

Hay un grupo de 11 que no llega a los 500 minutos. Aunque cada caso tiene su particularidad. Jesús Fernández ejerce el papel de portero suplente a la espera de una oportunidad (sí jugó los dos dos choque de la Copa del Rey). Gastón del Castillo sólo estuvo sobre el césped media hora en la cita contra el Huesca y ahora juega con el filial. Juanjo se quedó en 116 minutos -en dos duelos- en el arranque de la temporada y está a punto de salir del club. Carlos Calvo, con 203 -tres participaciones-, tampoco cuenta y la idea de la entidad es que cambie de destino, a expensas de lo que él decida.

La situación de Abel Gómez es similar. Participó 212 minutos -en cuatro jornadas- hasta que desapareció de las listas y todo apunta a que saldrá en el mercado de invierno.

En una situación complicada queda Gorka Santamaría después de haber estado en el campo 242 minutos distribuidos en ocho partidos, incluidos dos goles (contra Tenerife y UCAM Murcia). En el duelo contra el Real Valladolid quedó patente que es el cuarto delantero y no sería extraño que el ariete cedido por el Athletic de Bilbao cambiase de aires en enero en busca de más oportunidades.

Tampoco lo está teniendo fácil Dani Güiza, con 312 minutos en diez encuentros y un par de dianas en la Liga. El jerezano desempeña un rol secundario solapado por el elevado rendimiento de Ortuño. El caso de Aitor es distinto. El onubense vive una temporada de aprendizaje y crecimiento y aprovechó sus 358 minutos en 13 partidos para marcar tres tantos. Nada que ver con Migue, con 335 minutos -cuatro envites-.