El Cádiz CF se la vuelve a jugar contra el Celta de Vigo, como en la pasada temporada. En la penúltima jornada del curso 2022-23, el conjunto amarillo se impuso 1-0 (gol de Rubén Sobrino tras una gran acción y pase de Gonzalo Escalante) en el estadio Nuevo Mirandilla a un adversario que también se jugaba la permanencia y con esos tres puntos dejó prácticamente certificada su continuidad en Primera División que confirmó en el último capítulo con aquel empate (1-1) en el campo del Elche (se hubiese quedado en la élite incluso con una derrota).

Una temporada después, aunque no en la penúltima jornada, sino en la 26ª, el cuadro gaditano apura sus opciones de salvación ante un Celta que de nuevo visita el antiguo Carranza convertido en un rival directo en pelea que se libra en la parte trasera de la clasificación.

El Cádiz CF no puede permitirse el lujo de perder porque una derrota le dejaría al borde de la caída a Segunda. En ese caso más negativo, se colocaría a seis puntos del 17º puesto y además con el goal average particular perdido. Si consigue vencer, saldría de la zona de descenso, tendría ganado el goal average y recuperaría terreno en la dura contienda de cada semana

La historia es favorable a los amarillos. Son 19 los enfrentamientos frente a los celestes dirimidos en territorio gaditano desde hace 60 años. El balance es de diez victorias, seis empates y sólo tres derrotas, con 22 goles a favor y 13 en contra. El Cádiz CF dejó la portería a cero en más de la mitad de esos encuentros (diez) y marcó en 16 envites (sólo tres sin ver puerta).

Los antecedentes son alentadores aunque no dejan de ser una simple referencia. El Cádiz CF tendrá que ofrecer una versión solvente que está lejos de dar en los últimos tiempos si quiere atrapar tres puntos que se antojan vitales.

De esos 19 duelos anteriores entre gaditanos y vigueses, nueve se disputaron en Primera División con un saldo de tres triunfos de los anfitriones, cinco igualadas y una sola derrota. Desde el último ascenso del Cádiz CF a la máxima categoría, los tres encuentros se resolvieron con un par de empates a cero y una victoria por la mínima. La única derrota liguera de los amarillos (las otras dos fueron en la Copa) se remonta al siglo XX cuando cayó 1-2 en el curso 1987-88.