Los avisos que recibe el Cádiz CF pese a su buen comienzo
El conjunto amarillo se las apaña para sumar entre dudas en su juego
La reflexión del capitán del Cádiz CF: "Podemos mejorar mucho"
El Cádiz CF está realizando un notable comienzo de temporada como reflejan las cifras. No conoce la derrota (dos victorias y un par de empates), se hace fuerte en casa, atesora ocho puntos de doce y ocupa la quinta posición. Está en la clasificación en el lugar que todo el cadismo desea. Hasta ahí, nada que objetar. La ilusión renace con el equipo ubicado en plazas de fase de ascenso en los compases iniciales.
Pero cuidado, una cosa son los resultados y otras las sensaciones. El equipo se las apaña para sumar más puntos de los que merece. Venció al Albacete ‘in extremis’ cuando lo lógico hubiese sido un empate e igualó en San Sebastián en la recta final para evitar a lo justo el primer varapalo del curso que a nadie hubiese extrañado. El fútbol sólo entiende de acierto y puede no ser justo en ocasiones, pero lo acaba siendo a largo plazo.
Si sin hacerlo del todo bien saca adelante los partidos, cuando crezca como equipo, si lo logra, el Cádiz CF podrá ser mucho más fiable y no tendrá que llegar al final de cada partido con el agua al cuello. El reto pasa por seguir evolucionando. No le conviene al Cádiz CF depender en exclusiva de los milagros del sorprendente Iuri Tabatadze, salvador en los dos últimos encuentros con irrupciones explosivas. No siempre podrá alterar el guion. Más no se le puede pedir. Tres dos goles en dos partidos como suplente. Falta mucho más además de las apariciones del georgiano a modo de apagafuegos.
“No estoy contento con nuestro nivel de juego pero sí con el punto conseguido”, declaró Gaizka Garitano poco después del choque contra la escuadra donostiarra. El entrenador no ocultó la realidad aunque recordó el contexto en el que se mueve el Cádiz CF en la nueva campaña que aún no ha cumplido un mes: “Somos un equipo con muchos jugadores jóvenes, algunos debutantes, y es normal que todavía estemos verdes. Estamos construyendo un equipo y este tipo de partidos nos sirve para aprender y mejorar”. Un mensaje positivo de cara al futuro. Mucho por hacer mientras los resultados acompañan.
El mérito de los amarillos es sumar pese a las dudas en su juego. Se establece en los puestos altos gracias a chispazos puntuales que son elogiables y necesarios pero no parece que pueda ser la única solución.
El conjunto amarillo está abocado ir a más si no quiere toparse con la dura realidad. Recibe señales de lo que le puede suceder si no empieza a desenvolverse como un bloque consistente que despeje las incógnitas en el sistema defensivo y progrese en la labor ofensiva, sin olvidar el famoso lema cerveriano ‘la lucha no se negocia’. Los canteranos de la Real pusieron más intensidad que los amarillos y hay un principio básico que todo entrenador pone por delante: hay que correr como mínimo lo mismo que el rival.
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