Cádiz CF

El ave se queda sin alas

  • La marcha de Álvaro García y el bajo estado de forma de Salvi impiden que el equipo vuele tan alto como en las dos temporadas anteriores

Álvaro García(i), Salvi y Álvaro Cervera, en un entrenamiento el pasado verano.

Álvaro García(i), Salvi y Álvaro Cervera, en un entrenamiento el pasado verano. / Julio González

El Cádiz Club de Fútbol no es el mismo de las últimas dos temporadas. No se parece en nada, como el día y la noche, salvo en las idénticas dificultades para perforar la portería contraria. Uno de los ejemplos más palpables se visualiza en un engranaje defensivo todavía sin engrasar. Pasa de ser el equipo menos goleado el curso anterior a recibir tantos en todos los partidos. Sólo consiguió dejar la portería a cero en el encuentro inaugural de Liga frente al Almería (1-0) antes de encadenar dos meses de goles en su marco en un camino donde las victorias brillan por su ausencia.

No sólo se distingue el Cádiz CF por sus dificultades en materia defensiva. La mayor diferencia respecto a los años anteriores radica en la pérdida de potencial en las bandas. El ave que voló tan alto hasta rozar el cielo cae a un vuelo rasante, con continuos tropezones, al carecer de las alas que no hace mucho le transportaron a las cercanías de la élite del balompié patrio.

Si el Cádiz CF sobresalió en las dos campañas anteriores, tras su esperado regreso a la categoría de plata, fue sobre todo gracias a la explosión futbolística de Álvaro García y Salvi, dos auténticos puñales por los costados. Con ellos a pleno rendimiento, el equipo amarillo acaparó la atención mediática en toda la geografía española y se metió en la batalla por el ascenso a Primera División. Volvían locos a los defensores de turno.

Entre la salida de uno y el bajo estado de forma del otro, el Cádiz CF se queda huérfano de sus futbolistas más determinantes desde que volvió a Segunda A junto con Alfredo Ortuño. El Cádiz no es el mismo sin Álvaro y sin la mejor versión de Salvi.

El sistema de juego que dibujó Álvaro Cervera le vino como anillo al dedo a dos futbolistas que se caracterizan por su velocidad. Repliegue, cierre de espacios y orden defensivo y rápidas salidas a la contra que el utrerano y el sanluqueño interpretaron a las mil maravillas. Llegaron con el Cádiz CF de Segunda B y no tardaron en revalorizarse con sus galopadas y su sacrificio en beneficio del equipo. Ojeadores de clubes de superior categoría se amontonaron en las gradas del Carranza para seguir la progresión de dos jugadores con un futuro prometedor.

Las numerosas ofertas que llegaron por los dos en el verano de 2017, después de la primera campaña en LaLiga 1|2|3, propiciaron una renovación al alza de Álvaro García y Salvi hasta 2022. Los dos continuaron en el Cádiz CF con la posibilidad de que fuese su última campaña de amarillo y azul.

Eran los dos jugadores más cotizados de la plantilla y la marcha de alguno de ellos era inevitable. En el curso 2018/19, el extremo zurdo fue traspasado al Rayo Vallecano –de momento por 4,5 millones de euros– después de un tenso verano y el diestro permanece aunque pero vive su peor etapa desde que aterrizó en el Cádiz CF.

El sevillano dio el salto a Primera División y el sanluqueño es uno de los integrantes de la plantilla pero a día de hoy es como si no estuviese. Está en cuerpo pero no en alma. Algo le pasa. El bajón anímico y el futbolístico convergen en una misma línea y su rendimiento ha decaído hasta el punto de que Álvaro Cervera dejó a Salvi fuera de la convocatoria para el reciente choque contra el Extremadura. Una medida drástica.

El lógico enfado del 7 al verse fuera de la lista quizás le sirva de estímulo para pelear por recuperar su estatus. Todo el mundo, incluido él, quiere ver al mejor Salvi, el que todavía no ha aparecido con dos meses de competición en los que el Cádiz CF no ha hecho más que perder puntos.

Ya no está Álvaro y Salvi de momento tampoco. Uno se fue y el otro se quedó pero no está. El Cádiz CF no posee la misma presencia en las bandas que en el pasado reciente. Manu Vallejo tiene un gran futuro pero está en fase de cocción. Los demás no entran en materia por diversas circunstancias y el equipo se vuelve tan previsible como vulnerable.

Si el Cádiz CF encuentra las bandas tendrá más opciones de triunfo. De momento sólo lleva una victoria, la que consiguió contra el Almería. Después entró en una dinámica negativa y lleva cuatro varapalos. La última derrota la cosechó en el campo del Extremadura.

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