Fútbol | Segunda División B

¿Sobran asientos o faltan cadistas en El Rosal?

  • El Cádiz B-Villarrobledo se disputó con la grada supletoria vacía.

  • Unos 800 espectadores acudieron a un campo con aforo para 1.700.

Aspecto desolador de la grada supletoria durante el Cádiz B-Villarrobledo.

Aspecto desolador de la grada supletoria durante el Cádiz B-Villarrobledo. / LOURDES DE VICENTE

Da la impresión que el 'calentón' por el ascenso del Cádiz B ha pasado. Para muestra, lo sucedido en el encuentro que disputó el filial contra el Villarrobledo (1-0) en el campo Ramón Blanco, en las instalaciones de El Rosal. La grada supletoria, la tan reclamada por muchos seguidores con motivo del salto de categoría del filial, permaneció vacía porque ni siquiera se llenó la principal. Con el Cádiz B séptimo clasificado en el grupo IV de Segunda División B, el tema merece una reflexión.

Con algo más de 15.000 abonados que tienen acceso gratuito al Cádiz B, resulta extraño que un partido de este equipo en casa reúna a tan poco público que no sea necesario utilizar la grada supletoria levantada esta temporada con motivo del ascenso de los 'yogurines'. Apelando a cierta generosidad, fueron unos 800 los espectadores que se congregaron en el Ramón Blanco para ver el triunfo cadista sobre el Villarrobledo. Esta cifra quiere decir que la grada principal ni siquiera se llenó, mientras que la supletoria estuvo vacía hasta que en la segunda parte algunos aficionados se trasladaron a esa zona para evitar el sol que les daba de cara en la denominada como la Tribuna.

Es una cuestión rara que con el segundo equipo del club clasificado en séptima posición -a dos puntos de la zona de fase de ascenso a Segunda A- la campaña de su debut en la división de bronce, la respuesta del cadismo no estuviera el pasado domingo a la altura esperada. Sobre todo cuando la cadista es una masa social muy entregada con sus colores.

Antes de empezar la campaña actual, muchas voces solicitaron que el Cádiz B jugara sus encuentros en el Ramón de Carranza, algo descartado por la entidad desde un principio. A partir de ese momento el reclamo apuntaba a un acondicionamiento del campo principal de El Rosal, empezando por aumentar el aforo teniendo en cuenta lo que supone el estreno del filial en Segunda B y el empaque histórico de algunos adversarios, además de los duelos de rivalidad provincial.

Sin embargo, el aforo nuevo del campo Ramón Blanco (unos 1.700 espectadores) aún no se ha completado aunque hayan retirado todas las entradas a disposición de los aficionados, lo que pone de relieve que la fiebre inicial por el ascenso ha ido desapareciendo. Al filial acuden los de siempre -los mismos que en Tercera e incluso en categoría regional- y algunos más que han entendido que la cita histórica merece la pena. Los canteranos también merecen el apoyo y el cariño de los suyos en un año que debería ser inolvidable en el césped y en las gradas.

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