El delantero cadista Gorka Santamaría ha comparecido en rueda de prensa al término del entrenamiento celebrado hoy en las instalaciones deportivas de El Rosal. El jugador cedido por el Athletic de Bilbao ha destacado que "sabía que iba a ser difícil hacerme con un hueco en el equipo y ahora pienso en aprovechar la oportunidad que me dé el entrenador". Se ha mostrado consciente de la dureza de la competición en la categoría de plata: "Es muy difícil, porque si individualmente eres bueno eso no significa que vayas a ganar los partidos. Este fin de semana tendremos una buena y bonita prueba para ver dónde podemos estar".

El punta ha recordado que "en mi debut con el Cádiz me expulsaron pronto. No hice nada malo y no se lo deseo a nadie, de hecho me quitaron una de las tarjetas amarillas que el árbitro me mostró aquel día en Miranda de Ebro. Pero la titularidad no la perdí por eso. Hay más jugadores y es el entrenador el que decide, aunque reconozco que aquella expulsión sí condicionó el partido".

Acerca de sus preferencias a la hora de elegir un puesto, es sincero al manifestar que "detrás del delantero me encuentro muy cómodo, ya en la punta me cuesta más. El otro día, el míster me puso en banda y también estuve cómodo. Tengo muchas ganas de aportar mi trabajo, mi llegada y el gol. Me centro en el trabajo porque tengo mucho que dar".

Sus últimas palabras han estado dedicadas al Girona, el próximo rival: "En los dos últimos años ha empezado dubitativo y conforme avanza la competición va cogiendo fuerza. Maneja bien el balón parado y hay que estar atentos a eso".