20 de noviembre de 2012: Alberto Monteagudo es destituido como entrenador del Cádiz debido a la mala trayectoria del equipo y Ramón Blanco ocupa su lugar en el banquillo. Tres jornadas después -con el cuadro amarillo en caída libre con otras tantas derrotas-, el 10 de diciembre, el gallego deja de ser el técnico y Raúl Agné toma el relevo. Tres entrenadores, tres, en el corto espacio de veinte días y con más de media Liga por delante resumen el estado esquizofrénico que envuelve a un club a la deriva que tras dieciséis partidos se encamina hacia la autodestrucción hundido las posiciones que conducen a Tercera División.

Los jugadores del Cádiz no le meten un gol al arcoiris, no están a la altura de una historia del club que pisotean cada fin de semana, pero en algo sí son especialistas: en devorar entrenadores. Los integrantes del plantel se cargaron a Alberto Monteagudo, no reaccionaron ante la llegada de Blanco al vestuario y continuaron con la espiral negativa que alcanza ya siete partidos seguidos sin conocer la victoria, de los cuales seis acabaron en derrota. 

El progresivo derrumbe deja al equipo en alerta roja, con los dos pies en la cuarta categoría del fútbol español si la temporada bajara hoy el telón.

La versión oficial es que Ramón Blanco dimitió ayer por razones de salud. La no oficial es que los rectores de la entidad, con el mánager, Alessandro Gaucci, a la cabeza, han optado por prescindir de sus servicios después de que el míster no haya conseguido enderezar el rumbo en las últimas semanas.

El Cádiz anunciaba al mediodía de ayer que Ramón Blanco dejaba de dirigir la plantilla. En un comunicado oficial colgado en la web de la entidad, el club  explicaba que el Consejo de Administración mantenía en la mañana de ayer una reunión de urgencia con el hasta ahora entrenador, a petición de este último, en la que el propio Ramón Blanco daba cuenta de su intención de no continuar al frente del equipo amarillo por recomendación médica.

El destino del ya extécnico es el cuerpo técnico de la entidad. Según informó el Cádiz, el gallego "ha recibido importantes consejos médicos que le aconsejan no continuar en el banquillo. Blanco, que da así una muestra más de cadismo e implicación, comunicará a la plantilla su decisión y seguirá aportando sus conocimientos al club para salir de la delicada situación deportiva en la que está inmerso".

La cuarta etapa de Ramón Blanco en el banquillo del Cádiz ha sido la más corta de todas. Sólo ha estado tres partidos en los que el conjunto gaditano  ha sumado otros tantos tropiezos tras perder ante el Écija (2-0), el Melilla (0-1) y el pasado domingo en la visita al campo del Lucena (2-0). La explicación oficial es que Blanco abandona el banquillo por consejo médico, pero no es menos cierto que los resultados en el campo no le han acompañado. Los jugadores no dan la talla.

A rey muerto, rey puesto. Unas horas después de la paso  de Blanco del banquillo al organigrama técnico, el Cádiz comunicaba la contratación de Raúl Agné para hacerse cargo de la plantilla hasta el final de temporada. El técnico dirigirá hoy su primer entrenamiento -a las diez y media de la mañana en la Ciudad Deportiva de El Rosal- antes de ser presentado de manera oficial. 

El zaragozano aterriza en un vestuario convulso con la complicada papeleta de activar los motores para que el equipo remonte el vuelo. Mucho trabajo tiene por delante para atar en corto a una plantilla con la autoestima por los suelos.

El estreno de Agné será el próximo domingo en el estadio Carranza ante el Jaén, un hueso duro de roer que habita en la zona noble de la clasificación desde el arranque del curso y ahora ocupa la cuarta plaza tras perder en Melilla.