Óscar Rubio trabaja como un jugador más en los entrenamientos y está deseando entrar en el equipo una vez superada la lesión en un gemelo sufrida a finales de marzo en el calentamiento previo al partido contra el Lucena disputado en territorio cordobés. El catalán es el único lateral derecho puro que forma parte de la plantilla y no sería extraño que, una vez que se acumula dos semanas de ejercicio a pleno rendimiento, el entrenador recurriera a él para el encuentro de ida contra el Hércules.

El defensa siguió con atención desde la grada el cruce de campeones contra el Oviedo y ayer comentó al respecto que "no tuvimos la fortuna de conseguir ascenso en la primera oportunidad que tuvimos y ahora afrontamos la segunda conscientes de que es la última que nos queda. Desde el miércoles, cuando volvimos al trabajo, ya estamos pensando únicamente en el Hércules y en hacer las cosas bien para tener nuestras opciones de pasar a la siguiente ronda".

El futbolista deja atrás la lesión muscular que le ha impedido competir durante los dos últimos meses. "Estoy con el grupo desde la semana pasada y hemos agotado los plazos de la recuperación. El gemelo ha respondido bien y tengo muy buenas sensaciones", explicó el carrilero. La suya no ha sido la única ausencia en el arranque del play-off, ya que Andrés Sánchez se fracturó el peroné su pierna derecha unos días antes de la eliminatoria contra el Oviedo. Óscar Rubio considera que "el equipo no ha notado las bajas. La realidad es que nos vimos las caras dos buenos conjuntos y ganó el que marcó en una jugada de estrategia. Los detalles eran los que iban a decidir y así fue". El lateral sabe lo que es un play-off porque en su día logró el ascenso con el Alavés, y además posee experiencia en Segunda A. En su opinión, "hicimos las cosas que tuvimos que hacer en los partidos contra el Oviedo, pero cuando ellos marcaron, cogieron la sartén por el mango y poco a poco nos fueron minando".

Una vez restablecido de su lesión, Óscar Rubio aspira a un puesto en el once inicial como el resto de sus compañeros. No dudó en afirmar ayer que "me encuentro bien, estoy a disposición del entrenador y es él quien decide. Estoy con muchas ganas porque ya estoy con el grupo y quiero aportar". El Hércules es el rival al que está obligado a ganar el Cádiz para seguir vivo en la batalla por el ascenso. Óscar Rubio apuntó sobre el conjunto alicantino que "sabemos que confeccionaron una plantilla con el objetivo de ser campeones de grupo y al final lograron meterse en la fase de ascenso como cuartos. Tienen jugadores contrastados y será un rival muy difícil".