El mes de octubre amanece como una buena oportunidad para que el Cádiz se consolide en las posiciones de privilegio del grupo IV de Segunda División B y dé el esperado salto en la Copa del Rey que aporte un necesario oxígeno económico al club. Cinco partidos tiene por delante el conjunto amarillo en 25 días (una media de un encuentro cada cinco días), tres en casa y dos fuera, en un mes cargado de compromisos que obligan a un esfuerzo para cumplir un objetivo concreto y además continuar arriba en la tabla.

El siguiente fin de semana (10-11), el Cádiz recibirá en el estadio Ramón de Carranza al Real Murcia, uno de los candidatos, junto con los gaditanos y otros equipos, a pelear por el liderato. Será el primer examen de calado en el santuario cadista para un cuadro anfitrión que de momento se ha mostrado intratable delante de su afición con tres claros triunfos ante Cartagena (4-2), Algeciras (3-0) y Villanovense (3-0) gracias a su efectividad de cara a puerta a y a un fútbol vistoso que hace tiempo que se no se veía.

El Cádiz eliminó al conjunto pimentonero en la Copa en el choque dirimido la Nueva Condomina, pero cada partido es una historia nueva que está por escribir.

Los jugadores entrenados por Claudio no tendrán descanso porque el día 14 (miércoles) se enfrentarán al Laredo en la tercera eliminatoria del torneo del k.o. Después de dos rondas saldadas con éxito fuera de casa (incluido un maratoniano viaje a Canarias) frente a Murcia y Mensajero (las dos por 0-1), el sorteo concede un merecido respiro a los amarillos, que disputarán en el Carranza el decisivo cruce contra el conjunto cántabro que milita en Tercera División pero que a día de hoy todavía no conoce la derrota desde el arranque de la temporada.

El Cádiz dispone un año más de una ocasión de oro para meter la cabeza en el cuarto capítulo copero, que supondría un posterior duelo contra uno de los equipos de Primera División inmersos en competición europea. El curso pasado le tocó el Villarreal y ahora esperaría, con un poco de suerte, que el bombo le deparara el premio gordo que significaría medirse (la primera semana de diciembre) a un gigante como Real Madrid o Barcelona no sólo por el interés deportivo, sino porque aliviaría, y mucho, las maltrechas arcas de la entidad cadista. Si el Cádiz deja en la cuneta al Laredo, dará por cumplido el primer objetivo de la temporada.

De vuelta a la realidad de la Liga, la escuadra gaditana volverá a hacer el equipaje para realizar el segundo viaje previsto en octubre. El día 18 (domingo) visitará al Melilla en una salida siempre complicada frente a un rival que suele hacerse fuerte en su feudo. Será el tercer partido en apenas una semana en la que no será extraño si el preparador cadista aplica rotaciones en las alineaciones para mantener la frescura física de un equipo que siempre vive con la exigencia de ir a buscar la victoria en cada encuentro.

El mes de octubre finalizará con el regreso a casa de los amarillos para recibir al San Roque de Lepe (fin de semana del 24-25) en la décima jornada del torneo de la regularidad. Los gaditanos partirán como claros favoritos frente al conjunto onubense, aunque el partido tendrán que ganarlo sobre el césped porque la teoría en el fútbol sirve de poco si al final no se traduce en hechos. Los anfitriones tratarán de tirar de su demostrada solvencia en el Carranza para tratar de sumar tres nuevos puntos con los que no ceder en la puja por el liderato o, su caso, los otros tres puestos de la parte alta de la clasificación.