Las sustituciones realizadas por Jose González en el choque contra el Melilla dieron resultados positivos. José Miguel Caballero oxigenó el centro del campo y cumplió su misión con eficacia. Juanse saltó al terreno de juego en el minuto 87 pero salió tan metido en el partido que parecía llevar más minutos sobre el césped.

Juanjo entró en los compases iniciales de la segunda parte cuando el Cádiz caía por 1-0. Los balones llegaban al área del Melilla pero faltaban más hombres de amarillo en busca del último empujón al interior de la portería. Justo cuando llevaba veinte minutos en el campo, el pichichi de la Segunda División B la pasada temporada remataba a bocajarro un centro de De Coz -tras una buena combinación con Ferreiro- al corazón del área melillense.

El madrileño conseguía la primera igualada -después vendría la segunda en el tramo final- y marcaba por segunda jornada consecutiva. En ambas ocasiones lo hizo tras salir desde el banquillo en el segundo periodo.

El atacante no está disfrutando de la titularidad. Sólo ha salido de inicio en tres de los once partidos de Liga que se han disputado. La competencia es alta y Akinsola lleva la delantera. Goles son amores y el nigeriano suma seis en Liga más otros tres en Copa. El ariete español inició su aportación anotadora en la décima jornada y, como él mismo afirmó entonces, se quitó un peso de encima.

Una semana más tarde, Juanjo repitió diana y se convirtió en el revulsivo de un equipo al que le costó perforar la portería local. El artillero ha visto reforzada su autoestima y ha sabido saca rentabilidad a sus minutos en el terreno de juego. Sus números empiezan a tomar forma poco a poco y su confianza ha crecido.

La aportación de goleadora de Juanjo es importante para que el equipo no dependa en exclusiva de Akinsola y Ferreiro, los más acertados de cara a puerta en el arranque de la campaña. Al madrileño se ha unido Ikechi Anya, que ha marcado en los dos últimos encuentros, y Óscar Pérez, que se ha apuntado dos tantos de penalti. Aunque sea desde los once metros, las penas máximas hay que meterlas.