La obligada ausencia de Aridane -sancionado por acumulación de cinco cartulinas amarillas- en el encuentro contra el Lugo obligó al Cádiz a examinarse por primera vez en la Liga sin la participación del canario, el jugador de campo que acredita más minutos (990) y una pieza clave en el engranaje defensivo. Álvaro Cervera apostó en el Ángel Carro por una pareja inédita en el centro de la zaga y el resultado no pudo ser más positivo. Migue González y Khalifa Sankaré jugaron juntos primera vez en un compromiso oficial y los dos se marcaron un partidazo. Nunca se había quedado sin recibir un gol el Cádiz en sus anteriores comparecencias como visitante y dejar la portería a cero emergió como una de las claves en el deseado estreno de las victorias a domicilio.

Migue y Sankaré ni siquiera habían coincidido en como dúo en la Copa del Rey, cuando más movimientos se producen en las alineaciones. En la eliminatoria contra el Levante salieron de inicio Servando y el senegalés, y frente al Córdoba formaron parte del once el isleño y el catalán. Entre la Liga y la Copa, el preparador cadista había probado todas las combinaciones posibles en la zona central de la retaguardia salvo la que puso en liza en el choque contra el Lugo. En territorio gallego se cerró el círculo.

Sobre el césped del estadio lucense no se notó que el 21 y el 17 del Cádiz se estrenaban como dupla en el eje de la zaga. El de Tarrasa, teórico cuarto central de la plantilla -es el que lleva menos minutos jugados en el torneo de la regularidad, 155-, no participaba en los partidos de Liga desde la jornada inaugural. La lesión que sufrió en aquella cita contra el Almería le apartó de la lucha por un puesto y cuando se recuperó, varias semanas después, tenía otros tres compañeros por delante. El técnico siempre mantuvo a Aridane y alternó en el otro puesto de central a Servando y Sankaré, aunque el de Dakar se había estabilizado en la titularidad en las jornadas más recientes.

La incógnita llegó cuando el futbolista de Fuerteventura fue sancionado. Tarde o temprano iba a tener que parar. Parecía que de nuevo llegaba el turno de Servando -siete titularidades ligueras y habitual en las convocatorias cada fin de semana-, pero Cervera sorprendió con la entrada de Migue y su apuesta no le salió nada mal.

El experimentado zaguero aprovechó la oportunidad y demostró con hechos que el técnico puede volver a contar con él. Migue se sube al carro. Bien posicionado, atento al corte, dominador por alto, veloz ante los atacantes y serio desde el pitido inicial hasta el final.

El interrogante que surge tras le exitosa batalla de Lugo es si el barcelonés continúa en el once el próximo sábado en el duelo contra el Huesca o retorna Aridane una vez que ya ha cumplido el castigo federativo. ¿Mantendrá Cervera a la pareja que brilló en el municipio gallego o dará de nuevo el mando al canario, indiscutible hasta la fecha? Difícil decisión.

El que no se moverá de la defensa es Sankaré salvo contratiempo en forma de lesión o una sorpresiva decisión del entrenador. El africano firmó, con diferencia, su mejor actuación desde que se incorporó al Cádiz. Acertado en la colocación, llegó antes que nadie a los balones aéreos, se cruzó con rapidez, despejó cuando no había otra opción y trató de jugar el esférico cuando las circunstancias lo permitieron. Mostró la solidez de una roca y se entendió con Migue.

El ex del conjunto griego Asteras Tripolis -entre otros muchos equipos- va a más con el paso de la competición, se adapta al fútbol español y apunta a ser uno de los fijos en la zaga si mantiene su línea ascendente. La seguridad atrás es fundamental para aspirar a la permanencia en la categoría.