Era un secreto a voces que Jon Ander Garrido y el Cádiz CF iban a ampliar el contrato del primero de ellos, cuyo nuevo vínculo se extiende hasta el 30 de junio de 2023, tal y como ha publicado este medio en las últimas horas. Era deseo de ambas partes llegar a este punto debido a la fidelidad máxima y el rendimiento del futbolista. El bilbaíno, que finalizaba contrato al concluir la presente campaña, estará de amarillo al menos hasta las puertas de los 34 años.

Garrido es considerado una pieza básica en el sistema que emplea el entrenador, Álvaro Cervera, por el elevado rendimiento que ofrece como pivote defensivo y su alto grado de compromiso, siempre en pos del bien común. Es un jugador que hace equipo.

Es la prolongación del técnico en el terreno de juego y además es un jugador muy querido por la afición. Se reunían todas las condiciones para una permanencia duradera en la entidad.

El club cuenta con los servicios del jugador y el vasco quería seguir vinculado al club en el que creció como futbolista. Las dos partes estaban por la labor de seguir juntas. El medio aterrizó en el Cádiz CF en enero de la temporada 2013/14 procedente del Barakaldo, cuando el equipo amarillo militaba en Segunda División B.

El conjunto gaditano logró el ascenso a Segunda División A justo cuando Garrido formaba parte del Racing de Ferrol en calidad de cedido en la segunda parte de la campaña 2015/16, un mercado invernal en el que al pivote le pasó factura no estar plenamente centrado en lo deportivo. Regresó a la disciplina cadista al comienzo del curso siguiente y en la pretemporada se ganó la confianza de Cervera, que no sólo le hizo debutar en la categoría de plata sino que le otorgó un papel relevante en el equipo.

El bilbaíno no pudo vivir aquel ascenso pero ahora tiene la oportunidad de pelear con sus compañeros por dar el salto a Primera División. Su gran reto es participar con el Cádiz CF en el escalón más alto.