A tan solo una semana de cumplir 22 años, el chiclanero Manu Vallejo dio ayer otro paso de gigante en su camino hacia el estrellato dentro del mundo del fútbol, ese que los asiduos a los partidos del Cádiz B le auguraban desde que empezó a demostrar en las filas del segundo equipo amarillo -60 goles en tres campañas- un talento y unas condiciones añadidas al mismo fuera de lo usual. Poco más de media temporada en la categoría de plata, a un nivel de rendimiento similar al que solía mostrar en División de Honor Andaluza y Tercera División, le ha bastado para asombrar a la España futbolera, despertando el instinto fichador de un club considerado como uno de los grandes del panorama nacional.

El Valencia fue el que se lanzó con mayor decisión a por la perla de la cantera cadista -el Betis lo hizo tímidamente- y ayer, ya por la tarde-noche, se confirmó oficialmente por parte de los clubes protagonistas de la operación que esta había quedado cerrada.

El Cádiz ingresa una cantidad fija de 5,5 millones que podría verse incrementada hasta en 3,5 por variables

Se sabía desde hace unas semanas que el club ché se hallaba muy interesado en hacerse con sus servicios y que las posturas no andaban alejadas, por lo que parece que esta semana se limaron las escasas diferencias y la luz verde quedó pendiente tan solo de pasar el reconocimiento físico, algo que cumplimentó ayer en Sevilla el médico del club valencianista aprovechando el desplazamiento a la capital hispalense para disputar la ida de la semifinal copera.

Aunque las partes no han desvelado las cantidades definitivas que propician este nuevo traspaso millonario de la entidad cadista, Diario de Cádiz está en condiciones de cifrar en 5,5 millones el dinero fijo que se embolsa el club gaditano, el cual podría verse incrementado en 3,5 millones más, hasta un total de 9, si se cumpliesen todas las cláusulas con variables recogidas en el acuerdo.

El club presidido por Vizcaíno se reserva el 10% de los derechos económicos sobre el jugador por si este es vendido en el futuro

A ello cabe añadir que el club presidido por Manuel Vizcaíno, al que le ha venido fenomenal la ampliación de contrato hasta 2023 que se le hizo al futbolista en diciembre con blindaje incluido para que no pudiese volar a un precio escaso, se reserva el 10% de los derechos económicos del jugador, por lo que recibiría ese porcentaje en caso de que el Valencia lo vendiera.

En cuanto al atacante, verá quintuplicado más o menos el dinero que venía cobrando en el Cádiz tras su renovación.

Otras cláusulas recogen que el Valencia figurará en el cartel del Trofeo Carranza de 2020 y que de cara a la próxima campaña el Cádiz tendría preferencia sobre cualquier club de su misma categoría en el caso de que los técnicos optasen por su cesión una campaña más. Y que nadie se asuste porque, evidentemente, seguirá a préstamo hasta junio de este 2019 en las filas amarillas, en busca del soñado ascenso a Primera. Sería una despedida de cine.