Cádiz CF

Calderón se gana el crédito para seguir en el banquillo

  • El entrenador tendrá la oportunidad de empezar por primera vez una temporada como técnico del equipo amarillo si estampa la firma para la renovación de su contrato

Salvo giro inesperado en fechas venideras, Antonio Calderón será el entrenador que la próxima temporada ejercerá de faro que guíe al Cádiz en su regreso a Segunda División A. Porque de manera ineludible ese será el objetivo, por quinta campaña consecutiva, de un equipo al que la cuesta un mundo escapar de las crueles garras del tercer escalafón del fútbol español. Calderón tendrá la oportunidad de sentarse en el banquillo desde la jornada inaugural del campeonato de Liga en el que será el primer proyecto de Locos por el Balón. Si acaba renovando, empezará de cero, trabajará con la nueva plantilla desde el minuto uno de la pretemporada y pondrá todo su empeño, junto con sus ayudantes, en devolver al conjunto amarillo al lugar que como mínimo se merece.

El grupo propietario del paquete mayoritario de las acciones del club ya le ha trasladado al técnico la intención de que renueve. Así lo anunciaba a este periódico esta semana el dueño de Locos por el Balón, Manuel Vizcaíno. Hay compromiso verbal por ambas partes, que ahora deben sentarse a negociar tanto en el aspecto deportivo como en el económico. Si hay acuerdo, sólo faltará hacerlo oficial, aunque la gestión de la entidad cadista está en manos de la administración concursal y Locos por el Balón debe esperar a la convocatoria de la junta general extraordinaria de accionistas -todo apunta a que se celebrará el próximo mes de julio- para poder formar consejo de administración y disponer de las facultades patrimoniales si los concursales así lo consideran.

Será la primera vez que Calderón comience una temporada como entrenador del equipo y, por tanto, la primera oportunidad de hacer una campaña completa como preparador cadista. En su estreno como técnico del cuadro amarillo, se hizo cargo del vestuario en sustitución de Mariano García Remón transcurridos siete partidos de Liga del ejercicio 2007/08, en Segunda División A. Después de 25 partidos, el gaditano fue destituido por Antonio Muñoz pese a que el equipo estaba fuera de las posiciones de descenso -cinco puntos por encima- y a la venta de su jugador de referencia, Lucas Lobos, que mermó el potencial del plantel. Después quedó demostrado que se trató de una decisión precipitada, ya que el equipo terminó cayendo al pozo de Segunda B de la mano de los sustitutos (primero Raúl Procopio y después Julián Rubio).

Después de dar sus primeros pasos como técnico en el equipo escocés del Raith Rovers (lo hizo como jugador y entrenador a la vez) y tras su primer paso por el conjunto amarillo, la vida itinerante aparejada a la profesión de entrenador llevó a Calderón a otros equipos de la geografía nacional (Huesca, Albacete, Tenerife y de nuevo Huesca) antes de que las puertas del Cádiz se abrieran de nuevo para el gaditano, que sustituyó a Raúl Agné a falta sólo de ocho jornadas para la finalización del torneo de la regularidad.

Poco tiempo dispuso en su nuevo periplo como técnico del conjunto gaditano, aunque suficiente como para ganarse el crédito que ahora desemboca en la propuesta verbal de renovación que le ha hecho llegar Vizcaíno.

El míster cogió al equipo en quinta posición cuatro puntos por debajo de la fase de ascenso -el Guadalajara era el cuarto entonces- y el Cádiz fue el mejor conjunto del grupo IV en esas ocho jornadas finales. Ni siquiera el Albacete -lanzado hacia el liderato y el salto a Segunda A)- hizo tan buen sprint como un cuadro amarillo que firmó seis victorias, dos empates y ninguna derrota -20 de 24 puntos- para alcanzar el cuarto puesto y entrar en la fase de ascenso. La fortuna fue esquiva en el primer cruce contra L'Hospitalet y cinco minutos desastrosos en el tramo final del choque de vuelta arruinaron la trayectoria de los amarillos, que se quedaron sin premio pese a que merecieron pasar de ronda.

Esos malos cinco minutos son la excepción en la positiva labor realizada por Calderón, premiada con la continuidad en el banquillo de un entrenador que además se ha revelado como un excelente motivador dentro y fuera del vestuario. Su ilusión ha contagiado a una afición que vibró con los suyos en la recta final de campaña. Sus mensajes en las redes sociales calaron en la masa social. Porque Calderón es un cadista más, es un gaditano más como todos los que quieren ver al Cádiz en Segunda A dentro de un año.

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