Si por algo sobresale el Cádiz en los tiempos más recientes es por su creciente capacidad para hacer goles. Acredita nada menos que 13 en los últimos cuatro encuentros: tres contra el Real Zaragoza, la misma cantidad ante el Córdoba, cuatro a las jóvenes promesas del Sevilla Atlético y un trío al Elche el pasado domingo. Da igual si juega en casa (ante aragoneses y sevillanos) o a domicilio (frente a cordobeses y alicantinos). El equipo amarillo se asocia con el gol en una exhibición de pegada demoledora. No le hace falta pisar el área con mucha frecuencia para hacer daño. Con los goles llegan la victorias y con las victorias, los puntos. El promedio de esos cuatro partidos es 3,25 tantos en cada cita. El Cádiz es una trituradora que hace puré a los rivales a base de efectividad en los metros finales. La clave está en el acierto de las contadas ocasiones que es capaz de generar porque los amarillos no destacan más por marcar que por fabricar oportunidades.

La elevada cosecha de goles convierte a los gaditanos en el segundo equipo más anotador de la categoría con 30 dianas, tres menos que el Girona, uno de los más potentes. Son los dos únicos que llegan a la treintena. En el caso del conjunto entrenador por Álvaro Cervera, promedia 1,5 goles por encuentro.

El Cádiz sólo se ha quedado sin perforar la portería en seis de los 20 compromisos que ha afrontado hasta la fecha: contra Reus, Real Oviedo, Rayo Vallecano, Girona, Levante y Nástic de Tarragona. En los 14 restantes siempre ha marcado al menos un tanto.