CÁDIZ CF

Al Cádiz no le aguarda una fiesta en Granada

  • Los rojiblancos, obligados a ganar para subir independientemente de lo que haga el Alba el sábado

  • El Mallorca, que juega el lunes, también amenaza la segunda posición de los granadinistas

Los jugadores del Granada saludan a los aficionados presentes anoche en el Carlos Belmonte.

Los jugadores del Granada saludan a los aficionados presentes anoche en el Carlos Belmonte.

El Granada depende de sí mismo para estar en Primera División la próxima temporada. Una victoria el domingo, a partir de las siete de la tarde, frente al Cádiz le daría el ascenso a la máxima categoría, pero incluso podría estar en la élite sin ganar. Bastaría con igualar lo que hagan Albacete, que está a seis puntos con el diferencial particular perdido, y Mallorca, que está a siete.

El Albacete juega el sábado frente al Sporting en Gijón y el Mallorca lo hace el lunes frente al Deportivo en La Coruña. Es decir, que en el caso de que el Albacete perdiera en El Molinón la situación del Granada no mejoraría si no es capaz de vencer a los amarillos, ya que un triunfo del Mallorca en Riazor permitiría a los baleares dar caza a los granadinistas.

Algunos cadistas se frotaban anoche las manos pensando que el triunfo del equipo del Nuevo Los Cármenes en el Carlos Belmonte iba a presentar un escenario favorable para el Cádiz el domingo. Nada más lejos de la realidad, el hecho de que el Mallorca juegue el lunes retrasa a ese día cualquier tipo de celebración por el retorno a Primera siempre que el Granada no sea capaz de ganar.

Sin concesiones en el Nuevo Los Cármenes

Y mientras tanto el adversario cadista espera con el 'cuchillo' entre los dientes al equipo de Álvaro Cervera porque, al igual que ha hecho el Osasuna, quiere cerrar cuanto antes su ascenso a Primera. El escenario que se encontrará el Cádiz el domingo será muy adverso por la presión que ejercerá la afición local para quedarse con tres puntos que este largo fin de semana venidero podría dar la gloria del 'billete' a Primera.

La dificultad para los amarillos es máxima por la necesidad de sumar de tres en tres y el hecho de tener enfrente a un enemigo temible que tiene cartas para apostar a lo máximo. Serán 90 minutos de enorme intensidad en pos de un ascenso que cada uno quiere alcanzar por un camino diferente.

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