Cádiz CF

Un rival del Cádiz CF 'revienta' la desescalada al declararse en huelga

  • Los jugadores del Elche se niegan a entrenar en protesta por el ERTE que les recorta en un 70% el salario

Uno de los entrenamientos individuales del equipo ilicitano.

Uno de los entrenamientos individuales del equipo ilicitano. / ELCHE CF

Menuda marejada en el Elche CF, rival del Cádiz CF en Segunda A, cuando el mundo del fútbol trata de encontrar aire y aliento en una temporada rota en dos que intenta curar sus heridas. El equipo ilicitano, uno de los firmes aspirantes a disputar el play-off de ascenso, ha 'reventado' la armonía con la que se persigue resucitar un balompié muerto desde hace dos meses porque se ha declarado en huelga. La medida afecta a este miércoles, día en el que se ha negado a entrenar por su desacuerdo total con las condiciones del ERTE al que se ha visto sometido el plantel.

La señal de protesta es total y radical contra el expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) que recorta en un 70% el salario de los jugadores. La cuestión espinosa y que ha encendido la mecha radica en que otros estamentos de la entidad como la parcela sanitaria y el cuerpo técnico del club ya han recuperado el 100% de sus emolumentos cuando se produjo hace pocos días el regreso a los entrenamientos en esta fase inicial.

Desde finales de la semana pasada el conjunto franjiverde puso la directa hacia la vuelta al verde de manera escalonada. Con idea de aprovechar el tiempo en unas primeras sesiones en grupos muy reducidos, la maquinaria ilicitana volvió a 'sonar' el viernes pasado en el Martínez Valero, pero esa aparente calma ha durado muy poco, apenas cuatro sesiones de preparación individual. Los futbolistas franjiverdes han decidido plantarse este miércoles y no entrenarse en señal de rechazo a la vigencia del ERTE para los jugadores.

Hay que señalar que este rival del Cádiz CF en Segunda División A se acogió al ERTE el 9 de abril y cuando se hizo oficial la noticia el malestar resultó mayúsculo en la plantilla, que cargó con fuerza contra el club, situando particularmente en la diana a la directora general, Patricia Rodríguez, a la que se acusó de no haber negociado las condiciones de un expediente que rebajó en un 70% el sueldo de los futbolistas.

Antes de que acabara el mes de abril se produjo un acercamiento del que no salió un acuerdo en firme; a partir de ese momento la plantilla puso el tema en manos de un abogado de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE). La situación no quedó sólo en una cuestión camino de los juzgados, sino que ahora traspasa el límite menos deseado en estos casos con una negativa a entrenar que dará la vuelta al planeta fútbol por lo que supone una noticia de este calibre después de muchas semanas sin poder hacerlo con motivo de la alerta sanitaria.

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