El Cádiz CF no se ha quedado cruzado de brazos y se ha puesto manos a la obra con lo sucedido en el encuentro contra el Athletic Club de Bilbao, concretamente con las dos cartulinas amarillas que en pocos minutos vio Álvaro Negredo. El club ha presentado alegaciones a las dos tarjetas, si bien hay depositadas muchas esperanzas en que la segunda quede anulada y, por lo tanto, el jugador cadista no sea sancionado.

Negredo vio dos cartulinas amarillas en apenas ocho minutos. De entrada, en el minuto 62, Pablo González Fuertes amonestó al atacante por "jugar de forma temeraria con el brazo contra un adversario". Posteriormente la sorpresa fue mayúscula cuando en un contacto en el área del Athletic, el trencilla entendió que el cadista había recurrido al 'piscinazo' y le mostró una segunda amarilla que le enviaba a la grada antes de tiempo. El árbitro reflejó en el acta que esta tarjeta fue por "dejarse caer dentro del área contraria, simulando ser objeto de infracción". Las imágenes muestran que existe contacto, aunque otra cuestión es que, a nivel interpretativo, se considere suficiente para señalar la pena máxima. En ningún caso parece que Negredo se dejara caer.

Los servicios jurídicos del Cádiz están trabajando en el tema con el convencimiento de llevarlo al final deseado. Hay ya alegaciones a las cartulinas de los minutos 62 y 70 porque se entiende que en ambos casos la decisión del colegiado resulta excesiva, especialmente en el segundo cuando las imágenes muestran la existencia de un contacto casi de rodilla con rodilla entre el rival y Negredo.

Si las alegaciones no prosperan y el Comité de Competición se mantiene firme en hacer valer lo que decidió González Fuertes sobre el césped de San Mamés, Negredo tendrá que quedarse fuera para el choque ante el Granada, que sería el primero que se perdiese desde su llegada al equipo el pasado verano.