Cádiz CF

Bendito problema

  • La gran actuación ante el Elche de jugadores que estaban contando menos amplía el abanico de posibilidades para la confección del once del Cádiz

Dejan Lekic protege el balón en presencia de Tekio durante el partido con el Elche.

Dejan Lekic protege el balón en presencia de Tekio durante el partido con el Elche. / Jesús Marín

La goleada conseguida ante el Elche permite hacer lecturas de todo tipo, siempre con el denominador común de que el Cádiz firmó posiblemente su mejor partido en mucho tiempo, volvió a ganar en el Ramón de Carranza después de dos meses y medio sin conseguirlo, desde el estreno liguero contra el Almería, y la suma de los tres puntos posibilita que los amarillos abandonen los puestos de descenso y se acomoden en la zona templada de la tabla, en una situación casi idéntica a la de las dos anteriores campañas de tan buen recuerdo.

A bote pronto, esta parrafada resume bastante fielmente lo que implica el 5-1 de este domingo. Sin embargo, analizando algo más en profundidad las causas de la remontada se hallan igualmente consecuencias que no deben escapar al análisis y que invitan a una reflexión sobre el verdadero potencial de una plantilla que, más que nunca este curso, había empezado a ser cuestionada.

Lekic y Salvi se unen a una lista en la que tienen sitio futbolistas que llaman a la puerta de la titularidad

En efecto, la actuación de dos jugadores que esta temporada no están disfrutando de los minutos que desearían, por diferentes razones, resultó determinante en el devenir de la contienda. La entrada al campo de Dejan Lekic y Salvi Sánchez, tras el paso por el vestuario y en sustitución de Ager Aketxe y Álex Fernández, respectivamente, se convirtió en el revulsivo necesario para darle la vuelta a la situación.

El delantero serbio protagonizó un partidazo para enmarcar. Asistente en el 1-1 de Rober Correa, autor del 2-1 y partícipe de la acción que concluyó con el 4-1, se reivindicó a ojos del entrenador como un futbolista que puede aportar no sólo actuando en la punta, fijando a los defensas, sino también bajando metros para asociarse con sus compañeros.

Por su parte, el interior sanluqueño dio un extraordinario pase con el exterior para que Lekic cabecera al fondo de la red el segundo tanto cadista, materializó el cuarto al adelantarse a su par para culminar una gran acción por la izquierda y aprovechó un balón al hueco de José Mari para asistir a Manu Vallejo en el 5-1. Salvi, que ya apuntó a una clara mejoría frente al Espanyol en Copa, volvió a ser Salvi y llama con fuerza al portón de la titularidad.

Pero la cosa no queda ahí. El problema, bendito problema, para que Álvaro Cervera confeccione su once se agrava porque la entrada de otros hombres que, por razones de distanta índole, no disfrutaban de minutos ha coincidido con la mejora en forma de resultados. Casos como el de Brian, defenestrado hasta que ha aprovechado su oportunidad; Sergio Sánchez, fijo una vez que ha cogido la forma y que complica cualquier decisión del técnico cuando se recupere Kecojevic; Karim Azamoum, que casi no juega en Liga pese a que convence cuando lo hace, o Edu Ramos, polivalente mediocentro ahora relegado al banquillo, quitan la razón a quien dudaba del plantel.

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