Cádiz CF

Más triste que frustrado

  • Cervera se confiesa dolido porque el trabajo no obtiene recompensa pese a que, a su juicio, el equipo ha mejorado en los últimos dos partidos

Álvaro Cervera observa una sesión botella de agua en mano.

Álvaro Cervera observa una sesión botella de agua en mano. / Fito Carreto

Las comparecencias de Álvaro Cervera ante la prensa últimamente se han convertido poco menos que en un valle de lágrimas. El entrenador no oculta su estado de ánimo, directamente proporcional a la situación del equipo. Por su carácter, por su forma de ser, por lo que sea, lo cierto es que no transmite un mísero mensaje de invitación al optimismo. Eso sí, el trabajo está garantizado porque es, ha sido y será su sello de identidad.

¿Frustración, desquiciamiento? “Creo que triste es lo que mejor lo define. Triste porque sale el partido como lo planificas, incluso mirando números todo un poco a tu favor, y sin embargo dos acercamientos, ni dos ocasiones, son dos goles”, resume en relación a lo acontecido en Almendralejo. Y se pregunta: “¿Qué hemos hecho mal? No puedes hacer otra cosa”.

“Los últimos partidos hemos estado más cerca de ganar que de perder pero al final no se gana o se pierde. Los pequeños detalles, un poco más despistados, menos vivos, peor que otros años y eso tira por tierra todo lo demás. Difícil buscar explicación”, admite.

Lo que parece claro es que ante la mínima adversidad el Cádiz se hunde. “Es un poco lo que está pasando, el partido se controla pero no se gana. Todo lo demás no vale para nada. Eso forma parte del fútbol, los pequeños detalles. El fútbol es una suma de muchas cosas o una resta de muchas cosas”.

Qué mensaje, pues, se le traslada al vestuario en tal circunstancia... “Cuando ganas mucho no se puede decir lo bien que se hace y cuando pierdes mucho no puedes insistir en lo mal que se hace. Todos tenemos claro lo que nos pasa. Hay partidos que no hemos competido y los que hemos competido no los hemos ganado. No es lo mismo aguantar un resultado o mejorarlo que remontarlo. Con 2-1 hay que tener habilidad, imaginación. Nosotros de siempre hemos sido un tipo de equipo que nos cuesta más que a otros que no tienen lo que tenemos nosotros. Con el marcador a favor somos peligrosos, pero en contra…”, recuerda.

La crudeza del presente obliga a Cervera a ser más realista que nunca, si cabe. “Los equipos al final están donde están, el fútbol no es buenos momentos ni dominio ni posesión, entra todo y los pequeños detalles te pueden costar un gol y un partido. No somos un equipo de grandes errores pero los pequeños nos están penalizando”.

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