Cádiz CF

Análisis: Argumentos del Cádiz CF para el "sí se puede"

  • El equipo amarillo tiene personalidad, descaro y valentía ante un Valencia que sólo fue superior en la pegada

Formación cadista en Mestalla para los cuartos de final.

Formación cadista en Mestalla para los cuartos de final.

A pesar de que se acaba el largo recorrido en la Copa del Rey, el Cádiz CF ya sabe cuál es el camino para que las cosas en la Liga vayan rumbo a la permanencia. Ante el Espanyol y en el campo del Levante se vieron las líneas maestras del proyecto del nuevo entrenador, y en Mestalla, pese a la eliminación, de nuevo existió reencuentro televisivo del cadismo con un equipo que saca a relucir argumentos para ser optimistas.

No era fácil la cita de cuartos de final con un enemigo fuerte, aunque no lo esté demostrando en la Liga, que puso en liza lo mejor de lo mejor para ser el segundo semifinalista de la primera jornada de cuartos de final. José Bordalás apostó fuerte porque la Copa puede ser la tabla de salvación a una campaña de nuevo compleja junto al Turia. Con todo ese arsenal enfrente, el Cádiz CF cumplió lo que dijo en la previa Sergio González: "Vamos a competir y cuando aguantemos bien en defensa, iremos a por ellos".

El técnico, al acabar el choque, estaba con la mejor sensación posible aunque se esfumara el penúltimo cruce; a él lo han firmado para salvar al equipo del descenso, no para ser semifinalista de la Copa del Rey, que lógicamente no hubiera estado nada mal. Los argumentos de los amarillos sobre el verde de Mestalla dejaron el sello de un equipo que no se arruga ni quiere estar en el alambre de un acomplejado. Supo esperar cuando los mejores hombre del cuadro 'che' alzaron la espada, pero cuando quiso y tuvo el balón se dieron muchas fases de los locales encerrados y con miedo a que el tanto de Lucas Pérez tuviera continuidad con una remontada. El remate al poste de Juan Cala fue la prueba de lo cerca que estuvo dar el 'palo' en Valencia. Nada menos que el pitado defensa lebrijano, que se llevó la peor parte.

Esa personalidad del Cádiz CF gusta porque parece que puede ayudar a que se refrende con resultados. Las carencias no pueden desaparecer porque no es un equipo nuevo hombre por hombre, pero ya parecen menos por la idea con la que se sale a los partidos; el planteamiento da menos terreno al rival y a éste le compromete a vigilar la zaga porque no sólo del contragolpe vive ahora el equipo gaditano. El conjunto de Bordalás ganó en la pegada, lo que al final decide los partidos. Pero en poco más pasó por encima de su enemigo.

Lo peor del encuentro, algunas decisiones del siempre polémico Alberola Rojas y la lesión de Florin Andone, una apuesta arriesgada del club en verano que al final tiene continuidad en enero y que ayer se rompió en la primera parte.

La ruta está clara, los refuerzos parece que pueden ayudar a que no exista un cambio brusco de dirección y queda que en Mallorca se mantenga la continuidad al día del Levante y al brindis más dulce que agrio de anoche. El Cádiz CF se fue del torneo con la cabeza alta y dejando un recado preocupante para los enemigos que tratan de salir del fango en la zona baja de la clasificación.

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