Aitor García sigue evolucionando y esta campaña está teniendo una mayor participación en número de partidos y en minutos. Sirva como ejemplo que el onubense ha saboreado, después de siete jornadas, el hecho de salir titular y acabar los encuentros, algo que de amarillo no logró hacer en Liga durante la última temporada.

Las bajas han beneficiado, posiblemente más que a ningún otro, al futbolista que hace dos campañas fichó procedente del Mérida. Aitor ha estado aprovechando esas oportunidades con buen juego y un trabajo solidario en favor de los compañeros, pues su faceta anotadora aún no se ha estrenado en el presente curso liguero.

El extremo, que también puede actuar por el centro, ha sido titular en las siete jornadas de Liga y en la eliminatoria copera contra el Almería; es decir, sólo se ha perdido el Cádiz-Osasuna, de Copa. En dos ocasiones acabó también los partidos, su gran reto. Sucedió en el Cádiz-Nástic (2-0) y el Lorca-Cádiz (3-0), del pasado sábado. Muy por encima en el arranque de liga de todo el curso anterior, pues en la 2016-17 nunca en Liga empezó y acabó un encuentro, y sólo pudo hacerlo en el Cádiz-Levante, del torneo del ko.

Sobre Aitor García existen muchas esperanzas al ser posiblemente el jugador más diferente de la plantilla por su excelente pegada desde fuera del área. Un recurso que esta campaña le está costando poner en práctica. Y eso que hasta la temporada pasada los registros anotadores del cadista eran significativos a pesar de no ser delantero. La campaña pasada hizo seis goles, misma cantidad que la anterior (2015-16) en el Mérida. Cuatro goles entre Toledo y Almería B en la 2014-15; cinco en la 2013-14 en el Celta B; y ocho tantos una temporada antes, que la pasó a medidas en los filiales del Celta y del Recreativo.