"Zona Franca puede construir 300 viviendas en el solar de Adolfo de Castro si quiere"

En el Ayuntamiento de Cádiz siguen preguntándose cuál es la verdadera causa por la que el delegado de la Zona Franca, Fran González, ha rechazado la segunda propuesta presentada para hacerse, el municipio, con el suelo de CASA, donde debe ir el nuevo hospital y está en manos del Consorcio.

Tanto el alcalde, Bruno García, como el teniente de alcalde de Urbanismo, José Manuel Cossi, lo tienen claro: “Es una oferta perfecta, es muy buena”, pues se considera que da todas las respuestas a las necesidades financieras de Zona Franca, por lo que esta sale ganando y, a la vez, se favorece la construcción del nuevo complejo médico.

Con esta oferta, centrada en el solar del antiguo colegio Adolfo de Castro, dice el alcalde, “estamos solucionando el futuro de un activo que el Consorcio tiene inutilizado desde hace 20 años, y cuyo uso el PGOU lo deja muy claro: solo para equipamiento para un nuevo hospital”.

Por el mismo, la Zona Franca pide algo más de 12 millones de euros, cantidad a la que llega sumando el coste de su compra hace dos décadas más todos los gastos que se han generado en este tiempo. Y para su venta o bien se reclama dinero líquido o bien suelo que alcance este valor.

El Ayuntamiento no tiene capacidad en su tesorería para aportar esta cantidad. Pero, constata el alcalde, sí tiene suelo para generar este dinero que se le reclama.

En el caso del antiguo Adolfo de Castro, con sus 5.000 metros cuadrados de superficie y con una ocupación propuesta del 60% (que siempre podría ser más), se podrían habilitar hasta 300 viviendas, así como aparcamientos y locales comerciales (todo con mucha salida en el mercado, y más siendo vecinos del nuevo hospital).

Este uso podría modificarse a interés de la Zona Franca, con un uso comercial o incluso hotelero. “Los usos que le puedan interesar al Consorcio se le garantizarían con un convenio con el Ayuntamiento. La cuestión es que nos digan cuál es su propuesta, que ellos definan los usos que le quieren dar a lo que construyan en Adolfo de Castro”.

A los técnicos municipales todos estos números le salen, y garantizan que la Zona Franca recuperaría el dinero que ha invertido en el suelo de CASA, y que desde hace dos décadas tiene inutilizado. Para ello, atendiendo a las peticiones del propio Consorcio, incluso se ha rebajado el valor de las unidades de aprovechamientos.

Pero el Ayuntamiento da un paso más, ante la negativa inicial de la Zona Franca a aceptar este plan. Así, se le garantiza a la Zona Franca que si finalizada esta operación “no le salen los números, que nos digan cuánto falta y se le compensaría con fondos propios del Ayuntamiento o aportando al acuerdo algún terreno municipal”, presumiblemente en el vecino barrio de Puntales.

En todo caso, se tiene claro que el acuerdo que se le ha presentado es claramente rentable para los intereses de la Zona Franca. Permitiría librarse del suelo del hospital y reducir, con ello, la deuda financiera que sigue arrastrando, a pesar de la mejora en la misma en los últimos años.

A la Zona Franca le salen las cuentas

“Con esta operación, el Consorcio recibe un activo que le permite cuadrar sus cuentas. A la vez, le evita seguir con el proyecto del Hospital y su construcción, tal y como se decía en el convenio de 2008. Y junto a eso, le ofrecemos que pueda promocionar nuevas viviendas, como ya está haciendo en Navalips”, afirma el alcalde en una conversación con este diario.

En esta última cuestión, Bruno García destaca que “no estamos sacando al Consorcio de su carril, porque ya están metidos en el tema inmobiliario. En todos los casos, la Zona Franca gana”. Por su parte, Cossi destaca que “esta es una operación súper sencilla, porque supone un activo por otro. Y si quiere lo puede vender a un privado”.

Desde el Ayuntamiento se evidencia que en todo este proceso iniciado hace ya meses, “toda la parte propositiva ha partido del gobierno de la ciudad. Nunca la Zona Franca ha realizado una oferta, cuando le debería de interesar vender ya estos terrenos que le pesan desde hace dos décadas, y que le afectan a sus propias cuentas mensuales”.