Pablo-Manuel Durio
El autobús populista de Cádiz
Si a Cádiz llegara un tsunami como el del 1 de noviembre de 1755 podría plantarse ante nuestros ojos exactamente la misma escena del horror que hemos presenciado en Valencia. El desbordamiento del mar provocaría una inundación que igualmente arrastraría vehículos, bidones de basura, mobiliario urbano y de "todo lo que el agua, que actuaría como palanca, encontrara a su paso". Por este motivo José Antonio Aparicio, Presidente del Instituto Español para la Reducción de los Desastres, tiene muy claro que "no podemos esperar a que nos salven, no podemos dejar nuestra vida en manos de otros, debemos tener nuestro propio plan de autoprotección, que es la evacuación vertical en función de la zona de Cádiz donde estés, porque nuestras autoridades pueden alertarnos, o no, como hemos visto en Valencia", donde la comunidad autónoma valenciana activó el sistema ES-Alert cuando ya había muertos. De hecho, se muestra tajante al descifrar lo ocurrido: "ha fallado todo y en todos los niveles, a nivel local, autonómico y nacional", resume en referencia a la Ley, "que no da lugar a interpretación".
Aparicio repasa el desastre de la DANA en la comunidad valenciana antes de trasladarlo a Cádiz para decir que Andalucía por fin cuenta con el Plan de Emergencia ante el Riesgo de Maremoto, siendo "la única comunidad autónoma que ha trabajado en ello", pero el Ayuntamiento de Cádiz aún no tiene listo el Plan de Actuación Local si llegara un tsunami, que es la forma en la que los gaditanos pueden saber cómo actuar. "Hace falta voluntad política y hasta ahora el único Ayuntamiento que ha hecho los deberes es Chipiona, y a coste cero, le he asesorado de forma gratuita para elaborarlo junto a Paco Gómez Castro". Pero en el resto de municipios susceptibles como en Cádiz capital, cuyo carácter insular potencia la peligrosidad de la zona, se está trabajando, pero todavía no hay nada de cara a la ciudadanía más allá de algún simulacro en varios colegios y de las charlas, eso sí, que periódicamente se ofrecen. Y es que según el experto es vital "socializar el riesgo, hay que hablarlo con normalidad, sin alarmar, hay que elaborar el plan y ponerlo en práctica, para que todos sepamos qué hacer", afirma.
José Antonio Aparicio señala que ante la llegada de un tsunami previsiblemente la Junta de Andalucía tendría que enviar a todos los móviles y sin excepción la alerta ES-Alert, "no hace falta activar nada en nuestros teléfonos". A través de este canal oficial se enviaría a todas las compañías telefónicas, que estarían obligadas a dar este servicio. Pero si este sistema fallara o llegara demasiado, tarde como ha ocurrido en Valencia, "el propio terremoto sería nuestro mensaje de alerta, porque pueden fallar las administraciones y el sistema, pero lo que no va a fallar si ocurriera en Cádiz es el propio terremoto, del que nos vamos a enterar sea de día o de noche", ilustra. A partir de aquí, "debe comenzar el plan de autoprotección, debemos ponernos a salvo nosotros mismos". Para ello disponemos de "unos 78 minutos para un terremoto como el de 1755 en Cádiz y unos 43-47 minutos para Huelva".
Aparicio hace de nuevo referencia a un plan de evacuación vertical, "de protección en altura, que supone subir hasta un segundo o tercer piso y jamás huir de Cádiz en coche, eso te llevaría directamente a la muerte, como hemos visto en Valencia, donde un tanto por ciento muy elevado ha muerto por este motivo". Apunta en este sentido el sorprendente dato de que la Generalitat Valenciana indica en una circular entre las "principales medidas de autoprotección frente a las inundaciones cuando ya se ha iniciado la emergencia: retirar los vehículos de las zonas que pueden inundarse', lo cual es inaudito".
Pero el gran problema de los planes de autoprotección es que se ponen automáticamente en peligro por el "instinto" de salvar o reunirte con los tuyos, si no los tienes contigo y si sabes que en el colegio de tu hijo, por ejemplo, ni tienen ni piensan en un plan, lo cual supone una falta de responsabilidad por parte de las direcciones de los centros. Por este motivo, en el camino de la salvación exitosa es vital saber que todos tenemos un plan, "todos los colegios, institutos, administraciones públicas, empresas privadas y edificios deben tener un plan y el responsable de dicho plan es el titular del edificio, los directores de colegios e institutos, decanos de las universidades y los directores de las empresas privadas".
El Presidente del Instituto Español para la Reducción de los Desastres afirma sin lugar a dudas y atendiendo a la Ley que en el drama de Valencia "todos han fallado". Explica que el sistema nacional de protección civil se articula en tres ámbitos competenciales, uno a nivel nacional, con el ministro del Interior al frente; el autonómico, con el consejero en competencias en Protección Civil al mando, y el local en aquellos municipios de más de 20 mil habitantes", que serían capitaneados por sus alcaldes. Esto quiere decir que en muchos municipios donde han ocurrido estas inundaciones deben tener planes de protección, para que sean activados en fase de preemergencia, para el seguimiento e información y recomendaciones de cara a los ciudadanos.
Continúa aclarando que "en caso de que un Ayuntamiento no sea capaz, está en la retaguardia el plan autonómico para apoyarlo y activar su plan; y si la situación de emergencia afecta a varias comunidades autónomas o es de tal gravedad que requiera la dirección nacional, se debe hacer cargo el Estado. Y en este caso se tenía que haber declarado el Interés Nacional". Por eso, afirma Aparicio, han fallado todos, nadie ha activado sus planes, ni los ayuntamientos que deben tenerlos y más si están en zonas inundables, ni la Comunidad Autónoma Valenciana que ni siquiera activó la fase de preemergencia, ni el Estado hizo frente "cuando la Generalitat no subió del nivel 2, que es el máximo que se puede declarar a nivel autonómico. La situación operativa tres puede solicitarse por la comunidad autónoma o puede tomar la iniciativa el Ministro del Interior, y lo tenía que haber hecho".
Con todo, Aparicio dice que para actuar correctamente los políticos tienen a sus asesores, "hay mucho personal técnico contratado, y ¿ninguno ha asesorado correctamente?; ¿en manos de quiénes estamos". Se muestra muy crítico al respecto y afirma que la Protección Civil a nivel nacional ni está ni se le espera, de hecho, "nunca ha activado un plan de Interés Nacional". Recuerda, además, que en el momento en el que hay aviso amarillo por fenómenos meteorológicos adversos ya hay potencialidad de provocar daños, ni que decir tiene el naranja o rojo. Por tanto, ¿a qué esperan colegios, institutos, empresas y ayuntamientos de la zona de litoral gaditano en hacernos sentir seguros si nos alcanza un desastre como el de Valencia pero en forma de maremoto? Ha llegado el momento de tomarlo en serio y si así lo han tomado, ser mucho más diligentes en el tiempo.
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