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Cádiz

El tranvía urbano en Cádiz descarrila antes de entrar en funcionamiento

  • La falta de concreción respecto a la segunda línea del metropolitano pone en riesgo el desarrollo de este medio de transporte por el interior de la ciudad

Zona central de la avenida de Las Cortes por donde se supone debería de ir la línea 2 del tranvía.

Zona central de la avenida de Las Cortes por donde se supone debería de ir la línea 2 del tranvía. / Fito Carreto

El tranvía metropolitano comenzará a funcionar antes del próximo verano para unir Cádiz con Chiclana. El proyecto se culmina dos décadas después de que se plantease como la gran alternativa al vehículo privado en la Bahía, como la gran apuesta por los medios públicos sostenibles.

La elevada inversión realizada desde entonces, 266 millones de euros, además de las numerosas complicaciones administrativas y políticas que se ha ido encontrando esta obra, son impedimentos previos que ponen cada vez más en duda la continuidad del tranvía en la segunda línea prevista en el plan de la Junta, entre Cádiz-Puerto Real y Jerez y, sobre todo, en el desarrollo del tranvía urbano por el casco antiguo de la capital.

La Junta supedita al buen funcionamiento de la primera línea la ejecución de la segunda fase, para la que en su día se tuvo que construir una plataforma extra en el puente de la Constitución de 1812, con un coste de al menos 30 millones de euros y que lleva infrautilizada desde 2015. 

La apuesta es complicada. El tranvía metropolitano acumula pérdidas en la mayor parte de las ciudades donde se pone en marcha, si el análisis que se hace es meramente económico y no como servicio público. La Junta pretende alcanzar, cuando el servicio se asiente, los 3 millones de pasajeros al año entre Cádiz y Chiclana. Una cifra elevada en una línea que cuenta con más de una veintena de paradas en todo su trayecto, y que acaba en el centro de Chiclana y no en la zona de playas, lo que sin duda incrementaría más su pasaje.

La consejera de Fomento de la Junta, Marifrán Carazo, ya lo advirtió el pasado viernes en Cádiz, al finalizar el primer viaje directo entre las dos localidades: habrá que ver cómo funciona esta línea, "será entonces cuando veamos si esta infraestructura tiene que seguir creciendo". Es decir: no hay hoy un planteamiento decidido por culminar el proyecto del tranvía metropolitano, a pesar del coste en tiempo y dinero que tuvo la ampliación del segundo puente sobre la Bahía. Además, teniendo en cuenta los años que se han acumulado para terminar el trayecto entre Cádiz y Puerto Real, está claro que un más que hipotético visto bueno a la segunda líneas nos llevaría a una década más de obras por delante.

El parón de la apuesta del tranvía metropolitano afectará de lleno al desarrollo de este medio de transporte dentro de la trama urbana.

Por lo pronto, si la línea 1 va a utilizar la terminal de Adif de la plaza de Sevilla como estación de salida y llegadas, la línea 2 tenía previsto instalar su parada final en la avenida de Astilleros, dentro de una profunda remodelación de esta vía. Ahora que el Ayuntamiento ya da los primeros pasos para la reforma integral de esta carretera queda en el aire el espacio a utilizar por el futuro tranvía, ocupando la parte central de la calzada.

La pretensión del gobierno local era que la Junta de Andalucía, como promotora del tranvía metropolitano, participase en la financiación de esta nueva vía. Esta claro, ahora, que eso no va a ocurrir y que, además, queda en el aire el uso de este espacio central. Así, el Ayuntamiento puede encontrarse con una plataforma central en la avenida de Astilleros reservada para un tranvía que puede que no llegue nunca.

Pero la incidencia negativa puede ir más allá. 

Teófila Martínez, en 2011, presentando el proyecto del tranvía para Cádiz. Teófila Martínez, en 2011, presentando el proyecto del tranvía para Cádiz.

Teófila Martínez, en 2011, presentando el proyecto del tranvía para Cádiz. / Jesús Marín

La idea era ampliar la línea del tranvía metropolitano y convertirlo en un tranvía urbano que llegase hasta la Punta de San Felipe. Así lo prevé la Autoridad Portuaria dentro de su diseño de remodelación de los espacios portuarios que van a conectar con la trama urbana. Igualmente, el Ayuntamiento también quería llevar la parada final del tranvía urbano hasta, al menos, la plaza de la Hispanidad. Todo queda más que en el aire debido a la relevancia que tenía su conexión con el servicio metropolitano.

Ya ha pasado más de una década desde que en 2011 el entonces gobierno de Teófila Martínez encargó un estudio de viabilidad de un tranvía urbano que rodease el casco antiguo.

El proyecto compatibilizaba este nuevo medio de transporte con el vehículo privado y el carril bici. El carril para el tranvía se proyectaba como polivalente para su uso por el coche.

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