El tercer as que se guarda la Diputación para Cádiz

EL PASEANTE

Tras Valcárcel y el viejo IES del Rosario, la institución cuenta otro equipamiento por recuperar de gran valor para la ciudad

Estas son las tres propuestas de Cádiz para ser Patrimonio de la Humanidad

Interior del edificio del antiguo IES del Rosario, sobre el que va a actuar la Diputación.
Interior del edificio del antiguo IES del Rosario, sobre el que va a actuar la Diputación. / Julio González

DOS edificios que forman parte del catálogo de proyectos pendientes de ejecutar en Cádiz desde hace décadas, Valcárcel y el antiguo Instituto del Rosario, comienzan a ver ya la luz. Tras diferencias políticas, de usos y económicas, propias y con otras administraciones, la Diputación Provincial ha dado por fin el impulso definitivo para sacar del ostracismo a ambos equipamientos.

Valcárcel estaba en lista de espera desde 2004, con varios cambios de uso en estas dos décadas; lo mismo le ha pasado al viejo instituto, aunque en su caso está pendiente de una nueva función desde 2007.

Los trabajos en el primero de los edificios ya están en marcha. Diputación ha asignado esta obra a la empresa pública Tragsa. El plan incluye la demolición de las naves traseras de Valcárcel, donde el Ayuntamiento proyecta una nueva plaza pública. El proyecto contempla también la consolidación de la envolvente del edificio, incluyendo intervenciones de carácter estructural como la sustitución de los forjados de cubierta y de las diferentes plantas que presentan mayor grado de afección estructural; así como la consolidación y restauración de las fachadas exteriores e interiores y los trabajos de impermeabilización y saneamiento de las cubiertas. La idea es que todo esté listo tras el verano de 2026. Después, el resto de las instituciones implicadas en la recuperación de Valcárcel tendrán que seguir la senda abierta por Diputación para poner en uso el edificio, que inicialmente se convertirá en la sede de la nueva Facultad de Farmacia.

En cuanto al viejo instituto de la calle San Francisco, se ha iniciado el procedimiento administrativo para adjudicar la obra que afianzará todo el edificio, como paso previo a su conversión en sede de la Escuela de Hostelería, también gestionada por la Diputación.

“Recuperar este edificio emblemático y darle un uso que atendiera a las necesidades de la Diputación y de la propia ciudad de Cádiz era uno de mis compromisos del mandato. No podíamos permitir que un edificio histórico, propiedad de la Diputación, se siguiera deteriorando, mucho menos en un municipio donde cada metro cuadrado cuenta”, comentaba hace unos días la presidenta de la institución provincial, Almudena Martínez.

Iniciar los trabajos de recuperación de dos inmuebles con tanto valor histórico para Cádiz, y tantos años de frustraciones ciudadanas por no ver avances en sus obras, supone un importante avance en el desarrollo del casco histórico de Cádiz.

Una transformación en la ciudad

La expansión del Campus de la UCA, la rehabilitación de nobles edificios cerrados durante años y ahora salvados gracias a promociones hoteleras; las operaciones de reforma en equipamientos como el Mercado Central, los teatros municipales o la próxima obra pendiente en la sede del Ayuntamiento y los proyectos de mejora en todo el patrimonio religioso, comienzan a dejar en evidencia a equipamientos que se mantienen en esta lista negra de la ciudad, tan extensa hasta hace unos años y ahora afortunadamente muy reducida. Es el Museo de Cádiz y su tercera fase de reforma, el ejemplo más negativo en este listado.

Pero la actuación eficaz del gobierno provincial de Almudena Martínez en la recuperación de su patrimonio en la capital gaditana no debería de cerrarse con Valcárcel y el Rosario. La Diputación es también propietaria de un edificio estratégicamente situado y que, bien replanteado su futuro uso, debería de jugar un papel también relevante en la expansión cultural y turística de la ciudad.

Hablamos de la actual sede de la Audiencia Provincial, en el inicio de la Cuesta de las Calesas y junto a todo el frente de la Puerta de Tierra. Quedará libre, y volverá a manos de su propietaria, una vez se ejecuten las obras de la nueva Ciudad de la Justicia.

Aunque para que ello suceda aún deben transcurrir unos cuantos años, ya se podrían dar los primeros pasos para definir el uso futuro de este inmueble, y evitar que el mismo quede vacío durante años, como ha pasado con Valcárcel y el Rosario.

Su proximidad a la Puerta de Tierra debería de animar a plantear un uso cultural para el edificio. Una posibilidad sería crear el Museo de la Historia de Cádiz, donde hacer un recorrido por los 3.000 años de vida de la ciudad. Un espacio amplio que, incluso, permitiría exponer en condiciones la maqueta de Cádiz.

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