Una tarde con los amigos de Dora

Solidaridad La Fundación Dora Reyes

La Fundación registra un considerable aumento de peticiones de ayudas económicas · Desde el mes de enero lleva repartidos 776 lotes de alimentos

Los escalones de las escaleras que comunican el Campo del Sur con el callejón de Osorio cubiertos de personas esperando la apertura de la sede de la Fundación.
Emilio López / Cádiz

20 de junio 2010 - 01:00

La cita era a las cinco y media de la tarde, pero casi una hora antes los escalones de las escaleras que comunican el Campo del Sur con el callejón de Osorio, junto a las puertas de la Fundación Dora Reyes, estaban llenos de personas, la mayoría con carros de la compra vacíos, mientras que varios niños correteaban entre ellas y otros más pequeños dormían la siesta en sus cochecitos.

Ramón Aragón, uno de los presentes, nos relata que lleva diez meses en paro, después de trabajar en la playa y dedicarse también a la venta ambulante. Dice que ahora cobra la ayuda familiar, 420 euros, a los que unen los 320 que percibe como pensionista su compañera, que tiene un niño. El alquiler de la casa les cuesta 348 euros y lo que les queda no les llega para pagar la luz, el agua, el butano y la comida diaria. Por eso acude a Fundación Dora.

Se acerca una mujer, madre de tres hijos, con su esposo en paro, al que la ayuda familiar se le termina el mes que viene y con tres niños. El pequeño piso interior en el que viven les cuesta 315 euros mensuales, por eso ella procura echar algunas horas limpiando casas para buscar algún ingreso más. Dice que se ve obligada a acudir por alimentos y también presenta alguna factura de las que siempre tiene pendientes.

Un tercer ejemplo lo ofrece José Luis Páez, con cinco años en paro, tras haber trabajado como ayudante de cocina y peón de albañil. Tiene cinco hijos y actualmente no recibe prestación económica alguna. Cuenta que su única suerte es que la vivienda pertenece al Patronato y sólo paga 45 euros al mes. Su ilusión es encontrar un trabajo y poder jubilarse con algún salario.

Termina la conversación cuando, con puntualidad, llega José Cuadrado Vergara, el vicepresidente de la Fundación, que saluda a los presentes, a los que ya conoce por sus nombres, que acuden una vez al mes a recoger alimentos, que se reparten los lunes, martes y miércoles, de cinco y media a ocho y media de la tarde a un máximo de 33 familias, de las alrededor de 1.506 censadas por la entidad desde 1998.

Fue ese año cuando un grupo de familiares y amigos, entre ellos su hermana Mary Reyes Giménez, la actual presidenta de la Fundación, decidieron seguir la labor humanitaria que venía desarrollando Dora, fallecida dos años antes y que en 2009 fue nombrada hija predilecta de la ciudad a título póstumo.

José Cuadrado llega acompañado de Herminia Cruz, del grupo de colaboradores, y cada uno se situó frente a un ordenador para atender por rigurosos orden de llegada a cada persona.

Cuadrado afirma que la crisis ha influido negativamente en los ingresos procedentes de los socios, que son 480, y a la vez han llegado nuevas familias a las que no pueden atender por la escasez de recursos, a las que han pedido como condición imprescindible que aporten un escrito de la parroquia a la que pertenecen.

Cabe señalar que además de personas hispanoamericanas, también acuden marroquíes y rumanas, a los que se les pide una fotocopia del pasaporte.

Además a todos los que asisten periódicamente les han pedido la renovación del certificado de empadronamiento, los del INSS y del INEM si cobra o no algún tipo de pensión o prestación, además de la cartilla del desempleo y el libro de familia, entre otra documentación acreditativa de la situación.

Por otra parte, ante el incremento considerable de los recibos de agua y luz, para poder atender a un mayor número de personas, han acordado no pagar más de 50 euros por factura. Asimismo, para entregar las ayudas económicas se comprueba el tiempo transcurrido desde la última recibida y también la situación actual.

En cuanto a la comida, procedente del Banco de Alimentos, se han establecido tres categorías, en función del número de miembros de la unidad familiar.

En esta ocasión el lote, de los que se han repartido uno 800 desde enero, consistía en arroz blanco, cacao en polvo, cereales, espaguetis, macarrones, azúcar, fideos, harina, aceite, galletas, leche en polvo, leche entera y queso parafinado.

Con el objetivo de que es mejor dar la caña que el pez, la Fundación se ha esforzado en buscar empleo a muchas personas, incluyendo como destino Castellón, donde la crisis de la construcción no sólo ha acabado con la demanda, sino que también allí se han producido despidos, como aquí. Ahora se requieren personas para cuidar a otras mayores, trabajo al que acuden sobre todo mujeres hispanoamericanas.

Para los demás sigue siendo necesaria la solidaridad, que es el objetivo del XII Encuentro de Amigos de Dora, que se celebrará el viernes próximo, día 25, a partir de las diez de la noche, en el claustro del convento de San Francisco.

Será una cena baile, que amenizará la orquesta Bambú, y para la que también se dispondrá de una fila cero para los que no puedan acudir.

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