-¿Cuándo cree que llegará la normalidad al sector de los cruceros? O, ¿considera impensable que todo vuelva a ser como era el 13 de marzo?

-La situación sigue siendo fluida y cualquier especulación sobre las fechas de reanudación es complicada. Las compañías han anunciado diferentes fechas de suspensión de sus operaciones, algunas hasta finales de junio, julio y/o agosto y otras incluso hasta el otoño. La reanudación de operaciones va a ser gradual y dependerá también de las acciones que tomen las distintas navieras y de otros factores como pueden ser restricciones internacionales, nacionales y/o locales, el estado de la pandemia a nivel local e internacional y avances en la detección, tratamiento y prevención del Covid-19. No sabemos cuánto tiempo tardaremos en volver a la normalidad. De lo que si estamos seguros es, que como en otras crisis, el sector de los cruceros saldrá más reforzado, como ya ocurrió por ejemplo el 11 de septiembre o tras la crisis económica de 2008.

-¿Las navieras están planteando un cambio de filosofía a la hora de diseñar sus rutas?

-Son las compañías son las que deciden los itinerarios que entran en su programación, aunque todo apunta a que la tendencia inicialmente serán cruceros más próximos y que no requieran conectividad aérea.

-¿Habrá que olvidarse de momento de los grandes cruceros tipo Royal Caribbean?

-No hay que olvidarse de nada, todas las compañías están preparándose para la vuelta y se espera que operen los barcos grandes al igual que los pequeños.

-¿Y, dentro del crucero, se da por hecho que desaparecerán clásicas imágenes como las de los pasajeros comiendo en un buffet?

-Las líneas de cruceros continúan trabajando estrechamente con autoridades sanitarias y epidemiólogos reconocidos para ayudarnos a comprender la naturaleza del problema y encontrar las soluciones correctas. Esto incluye evaluar un conjunto aún más estricto de propuestas y procedimientos, protocolos adicionales de salud pública y saneamiento, monitoreo, protocolos de evacuación y excursiones en tierra para los clientes y la tripulación. Se está trabajando en un protocolo base y, a partir de él, cada naviera establecerá sus medidas y marcará el regreso. Hay numerosos aspectos a tener en cuenta como el manejo de maletas, las tiendas, las excursiones y el transporte en tierra, controles de la temperatura, análisis de todas las tecnologías (lo que podría incluir rayos infrarrojos y portales que miden la temperatura y la respiración), el distanciamiento social que será una realidad en los barcos en el futuro previsible, el concepto de los buffets como los conocemos hasta ahora, más espacio entre las butacas o sillas del comedor y las zonas comunes, etc. Asimismo, la tripulación recibirá una apropiada capacitación en protocolos de limpieza y sanitización, así como entrenamiento especifico en cuanto a vigilancia y monitoreo de enfermedades.