La Asociación de Vecinos de Astilleros de Cádiz continúa funcionando como una especie Delegación Municipal de Asuntos Sociales que lo mismo atiende a personas sin hogar, que a mujeres víctimas de violencia machista, que encuentra una silla de ruedas o una cama articulada para quien la necesita ya o que continúa repartiendo alimentos entre quienes no tienen recursos ni siquiera para el básico sustento de cada día.

El presidente del colectivo vecinal, José Gaviño, no cesa de publicar en sus redes y a través de sus contactos llamamientos para la donación urgente de ropa, enseres y electrodomésticos imprescindibles para la supervivencia de personas en situación de extrema pobreza o de precariedad severa que no encuentra la respuesta necesaria en los servicios sociales comunitarios ni en sus redes de apoyo familiares.

La última de estas llamadas urgentes es en beneficio de dos pequeños gaditanos recién nacidos en unas dificilísimas circunstancias. Sus respectivas madres, dos jóvenes de 18 y 20 años, carecían absolutamente de todo. Desde la asociación de vecinos han conseguido encontrarles alojamiento, pero un techo. obviamente, no basta criar a los dos pequeños.

"Buenos días, necesitamos con urgencia cuna y baño para bebé y frigorífico. SITUACIÓN LÍMITE. Asimismo seguimos necesitando alimentos básicos. La maldita guerra nos ha limitado. ¡Y de qué manera!", dice el presidente del colectivo vecinal en el último de sus mensajes. José Gaviño precisó a este periódico que se necesitan dos de cada uno de esos enseres porque las dos jovencísimas madres están alojadas en dos viviendas diferentes.